La oración es algo misterioso, ¿no es así? Orar: Acudo a Dios a través de mi espíritu, con mi alma, hablando desde mi mente y mi corazón. La Biblia dice que Dios escucha y responde a las oraciones de Su pueblo.
La oración “funciona” porque Dios es misericordioso y dispuesto a perdonar, y nos pide que vengamos a Su presencia. Si estamos en Su presencia, podemos pedir cualquier cosa dentro de Su voluntad y Él nos concederá nuestra petición.
Mateo 7:7 Versión Nueva Traducción Viviente (NTV)
»Sigue pidiendo y recibirás lo que pides; sigue buscando y encontrarás; sigue llamando, y la puerta se te abrirá.
Juan 14:12-15 Versión Nueva Traducción Viviente (NTV)
12 »Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre.
13 Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre.
14 Es cierto, pídanme cualquier cosa en mi nombre, ¡y yo la haré! 15 »Si me aman, obedezcan mis mandamientos.
Tan solo este pasaje, en Hebreos 10, explica mucho con respecto a la oración:
Hebreos 10:14-25 Versión Nueva Traducción Viviente (NTV)
(El texto completo se encuentra al final de esta página).
Desglosemos todo lo que dice. Todos los puntos siguientes están extraídos de lo que dice el versículo del pasaje de Hebreos, y los versículos de apoyo están citados (y con sangría):
a. El fundamento de la oración. Dios, y sólo Dios, nos hace dignos de entrar en Su presencia. Somos hechos perfectos en Él: “perfeccionados para siempre y completamente purificados”.
14 Pues mediante esa única ofrenda, él perfeccionó para siempre a los que está haciendo santos.
15 Y el Espíritu Santo también da testimonio de que es verdad, pues dice:
16 «Este es el nuevo pacto que haré
con mi pueblo en aquel día,[a] dice el Señor:
Pondré mis leyes en su corazón
y las escribiré en su mente»[b].
Después dice:
17 «Nunca más me acordaré
de sus pecados y sus transgresiones»[c].
18 Y cuando los pecados han sido perdonados, ya no hace falta ofrecer más sacrificios.
b. La Realidad de lo Incompleto en la Tierra. Aun siendo “perfeccionados para siempre y completamente limpios” (traducido del inglés), y por lo tanto nacidos de nuevo en un estado eterno de ser Sus hijos, todavía estamos incompletos. Mientras camine por esta tierra… estaré incompleto. A veces fallare en vivir a mi nivel mas alto. Pecaré. Puede que incluso entre en una larga depresión.
La ambición de mi vida, desde el día en que Él salvó mi alma – siempre ha sido ser fiel a mi Señor Jesucristo. Pero, “el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil”. Y he pecado. Esa es la realidad de mi condición incompleta.
Cada creyente todavía está siendo transformado por el Espíritu de Dios que ha tomado residencia en nuestro cuerpo. Este proceso continúa durante toda nuestra vida en la tierra – un proceso de renovación constante en el que “estamos siendo santificados”. Este es una obra constante de Dios en nosotros. Él “perfeccionó para siempre a los que está haciendo santos” (v.14).
Filipenses 1:6 Versión Nueva Traducción Viviente (NTV)
6 Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.
No somos perfectos en la acción, todavía. Mas tarde estaremos libres de pecado, sí, pero ahora – no tanto. “Posicionalmente” somos legalmente perfectos en Su sistema de justicia, constantemente listos – para estar delante de Él en Aquel Día (versículo 18). ¡Aleluya! Pero estamos incompletos aquí en la tierra hasta que se nos dé un nuevo cuerpo en el cielo.
Pues mediante esa única ofrenda, él perfeccionó para siempre a los que está haciendo santos.
– Versículo 14 de Hebreos 10:14-25
Mi constante experiencia de pecado salta a la vista en todo tipo de formas, con demasiada frecuencia. Esa es la realidad de mi condición incompleta. Como ellos dicen: “¡Por favor, ten paciencia conmigo! Dios aún no ha terminado conmigo”. Es difícil hacerlo: ¡tener paciencia con los pecadores que nos rodean!
Jack dice:
¡Te estaba pisando los talones con el coche y me cortaste el paso!
Casi me abollaste el coche.
Y yo te he hecho una grosería.
¡Así que ahora a los dos nos cuesta tener paciencia!
Jane dice:
Ibas más lento que una vaca
en una estrecha carretera de montaña
felizmente inconsciente de mi deseo de pasarte
– ¡ahora ESO me empuja hacia mi condición incompleta!
Gracias a Dios, Él no me rechaza por mi pecaminosidad. Dios continúa afinándome, puliéndome y dándome forma. Todavía no ha terminado conmigo. Todavía hay pecados que me acosan fácilmente. ¿Y a ti? Pero siempre es reconfortante recordar que Él me está llevando lenta pero seguramente a más y más “plenitud y madurez espiritual” (v14), día a día, lección tras lección.
Hebreos 12:1 Versión Nueva Traducción Viviente (NTV)
Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante.
1 Pedro 5:versículo 10
En su bondad, Dios los llamó a ustedes a que participen de su gloria eterna por medio de Cristo Jesús. Entonces, después de que hayan sufrido un poco de tiempo, él los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y los afirmará sobre un fundamento sólido.
c. Nuestra confianza y libertad para poder orar.
El verdadero creyente tiene acceso total a Dios a través de la oración personal. Siempre es totalmente asombroso para mí: Puedo entrar en la presencia misma de Dios – por medio de la oración. La oración de un creyente nacido de nuevo es “un nuevo camino – un camino que da vida” que Jesús abrió por medio de Su muerte (v.20).
19 Así que, amados hermanos, podemos entrar con valentía en el Lugar Santísimo del cielo por causa de la sangre de Jesús. 20 Por su muerte,[d] Jesús abrió un nuevo camino—un camino que da vida—a través de la cortina al Lugar Santísimo. 21 Ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que gobierna la casa de Dios, 22 entremos directamente a la presencia de Dios…
Jesús es nuestro Gran Sumo Sacerdote que intercede por nosotros. Es el único mediador entre Dios y los hombres. Él es la razón por la que podemos acercarnos confiadamente a la presencia de nuestro Abba Padre.
d. Acércate a Dios con sinceridad y verdad – con un corazón limpio y purificado.
Puedes seguir adelante y orar todo lo que quieras. El mundo está lleno de gente que ora. Pero yo quiero orar con eficacia.
Practico la oración de “respiración espiritual”: Exhalo con la confesión del pecado, e inhalo la frescura de Su perdón y el poder de Su Espíritu Santo.
Cómo oro.
Siendo un hijo del Rey, me humillo ante Él, mi Dios, mi Padre, y confieso sinceramente que soy un pecador necesitado de Su limpieza, con sincera transparencia nombro lo que puedo y pido Su perdón. Entonces sólo puedo cantar y danzar en mi espíritu por la gracia sobrecogedora que Él ha proclamado sobre mí. Le adoro a Él, mi Salvador. Celebro la vida eterna en Cristo, que ya ha comenzado aquí.
Entonces le expreso mis preocupaciones, temores y peticiones, pidiéndole que intervenga en mi favor, en favor de los demás… Oro con la confianza de que estoy orando dentro de Su voluntad – porque clamo Sus muchas promesas ya prometidas en la Biblia. Puedo leerlas y luego clamarlas.
Cualquier duda que tenga dentro de mí, se la digo a Él. Cualquier cosa con la que esté luchando, se lo digo a Él. Confieso mi falta de fe y pido más fe. Y más de Él, menos de mí.
Y le pido que me llene de nuevo con Su Espíritu, y así pueda “vivir una vida nueva” este día. Quiero “el favor de Dios” sobre mi vida.
Favor espiritual – Lucas 2:40
Fuente: Dios es mi refugio y mi fortaleza
En todo lo que hacemos, queremos tener el favor de Dios sobre nosotros. Así creció Jesús:
Lucas 2:40 Versión Nueva Traducción Viviente (NTV)
Allí el niño crecía sano y fuerte. Estaba lleno de sabiduría, y el favor de Dios estaba sobre él.
Lucas 2:52
Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en el favor de Dios y de toda la gente.
De la misma manera, el Espíritu de Dios puede estar sobre nosotros, si caminamos en el Espíritu. Diariamente practico la respiración espiritual: exhalo con la confesión del pecado, e inhalo la frescura de Su perdón y el poder de Su Espíritu Santo.
Me mantengo al día en mi relación con Dios, refrescándome diariamente: No permitiré que mi alma interior se estanque. Puedo, pero elijo no hacerlo.
Puedo estancarme de muchas maneras: revolcándome en el pecado, auto-compadeciéndome, auto-condenándome, hablando negativamente de mí mismo. Pero rechazo esa forma de vivir.
– Fuente: Dios es mi refugio y mi fortaleza
Al entrar en casa.
Cuando Jane camina por el jardín, recoge huevos frescos de su gallinero, y saca algunas zanahorias de la tierra, luego acaricia a su cerdo cubierto de suciedad en su chiquero lodoso… necesita quitarse los zapatos antes de entrar en la casa y lavarse las manos, ¿verdad? Es la hija del granjero, sin duda, pero necesita limpiarse y lavarse con agua pura antes de acercarse a la mesa. – Ilustración ficticia
Purificando nuestro estado espiritual.
Al igual que con “Jane”, lo mismo ocurre con nuestro estado espiritual diario. Así que el escritor de Hebreos dice que necesitamos purificar nuestro estado espiritual mientras entramos en Sus Atrios a través de la oración. Sólo se necesita un momento de verdad y sinceridad:
22 entremos directamente a la presencia de Dios con corazón sincero y con plena confianza en él. Pues nuestra conciencia culpable ha sido rociada con la sangre de Cristo a fin de purificarnos, y nuestro cuerpo ha sido lavado con agua pura.
23 Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.
El Salmo 51 es un gran salmo para leer (¡y memorizar!), que nos ayuda a orar. Nos muestra lo importante que es acudir a Dios con un corazón limpio. ¿Realmente quieres acercarte a Dios – protegiendo tu pecado?
Purificación
El principio de la oración es la purificación de nuestro espíritu: Salmo 51 versículos 1-4:
1 Ten misericordia de mí, oh Dios,
debido a tu amor inagotable;
a causa de tu gran compasión,
borra la mancha de mis pecados.
2 Lávame de la culpa hasta que quede limpio
y purifícame de mis pecados.
3 Pues reconozco mis rebeliones;
día y noche me persiguen.
4 Contra ti y solo contra ti he pecado;
he hecho lo que es malo ante tus ojos.
Quedará demostrado que tienes razón en lo que dices
y que tu juicio contra mí es justo.
Los creyentes no oran para su propia salvación. ¡No es necesario! Ya estamos redimidos. Pero oramos por limpieza, para que podamos ser bienvenidos a Su Santa Presencia a través de la oración. Salmo 51 versículos 6-9:
6 Pero tú deseas honradez desde el vientre
y aun allí me enseñas sabiduría.
7 Purifícame de mis pecados,[b] y quedaré limpio;
lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
8 Devuélveme la alegría;
deja que me goce
ahora que me has quebrantado.
9 No sigas mirando mis pecados;
quita la mancha de mi culpa.
Todo el propósito del arrepentimiento como creyentes es que mantengamos un corazón limpio, rociado y lavado – para que podamos estar constantemente en Su presencia, momento a momento. Salmo 51 versículos 10-12:
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio
y renueva un espíritu fiel dentro de mí.
11 No me expulses de tu presencia
y no me quites tu Espíritu Santo.
12 Restaura en mí la alegría de tu salvación
y haz que esté dispuesto a obedecerte.
Entonces, nos dice Hebreos, tendremos más mente para pensar en los demás, amar realmente a los demás, y hacer realmente por los demás:
24 Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones. 25 Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca.
En este planeta, aquí mismo, nunca hay pecado lo suficientemente grande que pueda impedirnos ser purificados por Dios. No escuches los dardos ardientes de las dudas. Confiesa tus pecados y sé limpio.
¡”…podemos entrar con valentía
en el Lugar Santísimo del cielo
por causa de la sangre de Jesús”!
¿Por qué no estar más allí? ¿No es ese EL MEJOR LUGAR en el que pudiéramos estar?
23 Mantengámonos firmes sin titubear
en la esperanza que afirmamos,
porque se puede confiar
en que Dios cumplirá su promesa.
Basado en el artículo How Prayer Works, publicado en inglés: 18 de marzo del 2018.
PARA MÁS:
Dios perdona todas las faltas de todos los pecadores arrepentidos, sin excepción
1 Pedro 5:6-11
6 Así que humíllense ante el gran poder de Dios y, a su debido tiempo, él los levantará con honor. 7 Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.
8 ¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar. 9 Manténganse firmes contra él y sean fuertes en su fe. Recuerden que su familia de creyentes[a] en todo el mundo también está pasando por el mismo sufrimiento.
10 En su bondad, Dios los llamó a ustedes a que participen de su gloria eterna por medio de Cristo Jesús. Entonces, después de que hayan sufrido un poco de tiempo, él los restaurará, los sostendrá, los fortalecerá y los afirmará sobre un fundamento sólido. 11 ¡A él sea todo el poder para siempre! Amén.
1 Pedro 5:6-7 6 Así que humíllense ante el gran poder de Dios y, a su debido tiempo, él los levantará con honor. 7 Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes. “…uno de sus discípulos se le acercó y le dijo: —Señor, enséñanos a orar, así como Juan les enseñó a sus discípulos. 2 Jesús dijo[…]
Dios… y nuestras oraciones El pequeño versículo del Salmo 66:18 nos enseña mucho sobre Dios – y la oración. Sólo en este pequeño versículo vemos: “Aquí está – dicho de varias maneras diferentes (versiones): Salmo 66:18 Versión Nueva Traducción Viviente (NTV) Si […]
Filipenses 4:6
No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho.
Colosenses 4:2
Dedíquense a la oración con una mente alerta y un corazón agradecido.
Santiago 5:16 Versión Nueva Traducción Viviente (NTV)
16 Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos.
Texto completo del pasaje:
Hebreos 10:14-25 Versión Nueva Traducción Viviente (NTV)
14Pues mediante esa única ofrenda, él perfeccionó para siempre a los que está haciendo santos.
15Y el Espíritu Santo también da testimonio de que es verdad, pues dice:
16«Este es el nuevo pacto que haré
con mi pueblo en aquel día,[a] dice el Señor:
Pondré mis leyes en su corazón
y las escribiré en su mente»[b].
17Después dice:
«Nunca más me acordaré
de sus pecados y sus transgresiones»[c].
18Y cuando los pecados han sido perdonados, ya no hace falta ofrecer más sacrificios.
19Así que, amados hermanos, podemos entrar con valentía en el Lugar Santísimo del cielo por causa de la sangre de Jesús. 20Por su muerte,[d] Jesús abrió un nuevo camino—un camino que da vida—a través de la cortina al Lugar Santísimo. 21Ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que gobierna la casa de Dios,
22entremos directamente a la presencia de Dios con corazón sincero y con plena confianza en él. Pues nuestra conciencia culpable ha sido rociada con la sangre de Cristo a fin de purificarnos, y nuestro cuerpo ha sido lavado con agua pura.
23Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.
24Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones. 25Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca.
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