“La palabra árabe “Islam”, simplemente significa sumisión y deriva de una palabra que significa ‘paz’.”[1]
La cita es tomada de un librillo propagandístico publicado por el “Islamic Affairs Department ” de la Embajada de Arabia Saudí en Washington D.C., llamado “Understanding Islam and the Muslims” (Entendiendo el Islam y a los Musulmanes). El material me fue entregado cuando me detuve en una mezquita para pedir información sobre la religión del Islam. Subrayo el hecho de que la publicación es virtualmente un documento oficial. Proviene del gobierno del país que es la cuna del Islam. No está publicado por mi vecino, el dueño de la verdulería de la esquina, ni por el gerente de la estación de gasolina de mi vecindario.
Subyacente a la aseveración, es la idea de que “Islam” significa “paz.” Muchos propagandistas del Islam lo presentan en esos términos a los efectos de seducir a un público ignorante de la verdad. Pero, ¿es cierto que la palabra “Islam” deriva de la palabra salam (paz)?
La respuesta es que sí, con una pequeña variante. Lo cierto es que la dos palabras “Islam” y “salam” tienen la misma raíz gramatical, “salama.” Muchas palabras pueden derivar de la misma raíz, pero eso no quiere decir que significan lo mismo. He aquí un ejemplo en español:
a) misericordioso —– ser misericordioso significa tener compasión, ser amable, tener clemencia, poseer una predisposición a perdonar, ser bondadoso, etc.
b) miserable —– ser un miserable o estar en condiciones miserables significa algo completamente diferente.
Las dos palabras tienen la misma raíz: “miserere” (del latín). Sin embargo, tienen un
significado totalmente diferente. Llevado al absurdo, sería como decirle a alguien, “Usted es un miserable”, y cuando la persona se ofende le aclaramos que en realidad le estamos diciendo que él es una persona misericordiosa. La única forma de que alguien se crea el cuento es que no hable español.
Veamos un ejemplo similar en árabe:
Cuando Mahoma enviaba misivas a las tribus de la península arábiga y a los regentes de territorios circunvecinos invitándolos a rendirse a su autoridad, él terminaba sus mensajes con dos palabras derivadas del mismo infinitivo, “salama”: “Aslem, Taslam”. Las dos palabras significan: “Ríndanse y se salvarán” (o estarán a salvo) — En otras palabras: “O se someten, o mueren”. Ninguna de estas dos palabras significa paz, a pesar de que derivan de “salam”. ¿No se oye la frase como algo opuesto a la paz? Más bien se oye como la paz de los sepulcros.
Conclusión: “Islam” y “salam” tienen la misma raíz, pero quieren decir cosas diferentes. La trampa de los propagandistas defensores del Islam está en usar palabras con similitud de deletreado o pronunciación. Estos recursos se conocen con el nombre de falacias de fonética. En cuanto a “sumisión”, ya sabemos a qué tipo de sumisión se refieren los seguidores del Islam. <>
Fuentes: [1] Understanding Islam and the Muslims. Preparado por el “Islamic Affairs Department, The Embassy of Saudi Arabia, Wahington DC.”, pág 1.
Pablo Santomauro fue subdirector de CIR. “Apología Cristiana”, CIR, P.O.Box 846, Montebello, Cal. 90640-EE.UU. URL de CIR: (en español). El Centro de Investigaciones Religiosas (CIR) es una organización interdenominacional especializada en la apologética de sectas. Fue pastor ordenado, autor profuso de artículos relacionados con la disciplina de la apologética cristiana y conferencista especializado en sectas y religiones comparada.