¿Qué opinas de los demás? ¿Los juzgas: conoces sus pecados y los menosprecias, o piensas que son geniales porque te gusta su aspecto o lo mucho que tienen? Recordemos que Dios no espera a que seamos personas perfectas. Él quiere que acudamos a Él tal como somos, ahora mismo. Aun así, al igual que Cristo, sin importar cuál sea el pecado – amamos al pecador. No hay excusa para menospreciar a los demás. No hay excusa para menospreciar a alguien más. No hay pecado demasiado grande – no hay nada que Dios no pueda perdonar.
Admitiendo que estaba equivocado
Estoy trabajando más en mí mismo. ¡A veces soy un imbécil! Hago exactamente NO lo que quería hacer, tal como admitió el Apóstol Pablo en Romanos 7: versículo…

