Pero, todo mi «esfuerzo» (es decir: mi trabajo) no se hace para ganar la aceptación de Dios. ¡Jesús la ganó por mí! Y como soy eternamente salvo – corro para agradar al Dios que amo. Corro para ganar… para Su gloria, no la mía. De todos modos, ¡no puedo ganármela! 7 Pues vivimos por lo que creemos y no por lo que vemos. 8 Sí, estamos plenamente confiados, y preferiríamos estar fuera de este cuerpo terrenal porque entonces estaríamos en el hogar celestial con el Señor. – 2 Corintios 5:7-8
Cuando me hallo en tiempos de dificultad me dirijo hacia Jesús
Así como Su ojo está sobre el gorrión, mi Dios vela por mí. (Lucas 12:7) En tiempos de dificultad, como los acontecimientos de hoy en día, Jesús es nuestra respuesta. “Por qué preocuparse, cuando se puede orar”. Nuestra “esperanza y confiada expectación” en todo momento debe estar “comprometida y centrada” en Jesús…
Envuelto en un amor desinteresado
“Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonía.” (Colosenses 3:14) ¿Alguna vez te has imaginado envuelto, de pies a cabeza, en amor por los demás?


