… ¡Escucha este mensaje del Señor! ¡Escúchenlo, todos ustedes que aquí adoran al Señor! – Jeremías 7:2
Sustituye la retórica simplista por la compasión
El paso del tiempo y su rutina diaria pueden desgastar nuestra conciencia de dónde estamos personalmente en nuestra relación con Dios. Nuestras defensas bajan, y los «pequeños pecados» pueden de alguna manera convertirse en comportamientos legítimos en nuestro pensamiento. Y pronto podemos llegar a despreciar el mal que nos rodea. Y nuestra compasión por los demás puede disminuir. Podemos rechazar a los demás de plano. No nos queda amor. La retórica simplista se lleva todas las ganancias del día.

