Ya que las suposiciones se creen emocionalmente, la consejería profunda requiere mucho más que simplemente identificar las suposiciones erróneas y enunciar las alternativas bíblicas. A continuación se describen algunas sugerencias acerca de cómo cambiar el pensamiento erróneo en pensamiento correcto.
- Identifica adónde fue aprendida la suposición errónea.
Cuando un cliente ve que una serie en particular de circunstancias fueron responsables de enseñarle su creencia actual, la creencia se vuelve menos rígida. Es capaz de ver que su fuente puede no ser infalible. Una discusión acerca de la corrección de sus creencias es más fácil cuando el consejero puede apuntar hacia dónde las aprendió.
- Anima la expresión de emociones que envuelven a la creencia.
En lugar de discutir las suposiciones acerca de valor personal de una manera clínica e impersonal, el consejero debe escuchar para oír cualesquier sentimiento asociado con la suposición. Cuando una aconsejada dice, “Yo necesito que me trate mejor si es que me voy a sentir amada,” el sentimiento que la acompaña puede ser resentimiento (“El nunca lo hará”) o culpabilidad (“¿Qué me pasa que nadie me ama?”). El consejero sensitivo reflexionará acerca de las emociones que él detecta mientras que son discutidas las suposiciones básicas del aconsejado. Conforme el aconsejado se siente entendido, él se relajará y considerará su forma de pensar menos defensivamente.
- Apoya al aconsejado mientras considera cambiar sus suposiciones.
El dejar ir una suposición de tiempo es en sí un proceso que amenaza la seguridad. Los aconsejados saben que el estar de acuerdo con pensamientos correctos es regresar a situaciones que anteriormente fueron muy dolorosas. La resistencia en este punto es frecuentemente el temor entendible de dejar a la seguridad. Los consejeros necesitan ofrecer ánimo y apoyo. Pablo nos habla de apoyar a los débiles en 1 Tesalonicenses 5:14.
- Enseña al aconsejado a llenar su mente con La Técnica de la Grabadora.
Yo sugiero frecuentemente a los pacientes que consideren a sus mentes como si fueran grabadoras. Entonces les pido que escriban en tarjetas su suposición equivocada en una tarjeta y la suposición bíblica contrastante en otra. Deben llevar las tarjetas en todo tiempo. Cuando se sientan turbados (culpables, resentidos, o ansiosos), les indico que deben leer las dos tarjetas y escoger a repetir a todo volumen la verdad bíblica. La técnica es en verdad mecánica pero parece promover obediencia a lo que decía Pablo de “pensar en cosas que sean verdad” (Fil. 4:8). Las sesiones de consejería frecuentemente incluyen discusión acerca de qué cassette estaba escuchando el cliente.
Tomado de:
Lawrence J. Crabb, Jr.
Effective Biblical Counseling
(Consejería Bíblica Efectiva),
Zondervan Publishing, 1977,
154-155.
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