Dios no es descuidado ni vago. Dios no es un holgazán con poca exigencia. Dios no es…
despreocupado, soso, banal, insípido,
inútil, aguado, vacío, tostado de leche,
enervado, lánguido, desganado, sin espíritu
ni una cosa ni la otra
(-Babilonia)
Dios está muy seguro de sí mismo. Después de todo, ¿quién hay como Él? Él es el Único. ¿Quiénes somos nosotros, pequeños hombres de barro, para contradecir al Alfarero del Universo?
Vee las referencias al hombre de barro punitivo en estos artículos:
Humanos insignificantes, El Dios que condena, Sé un poco más cristiano, Lo que Dios hizo por el hombre, Por qué orar, Pensamiento limitado, Vil ante Jesús y Siguiendo a alguien.
Así que cuando se trata de tu salvación por Dios, no hay margen de error. No hay términos medios. No te equivoques. No intentes hacer lo tuyo. No “añadas a Dios” a tu lista de cosas por hacer.
No hay lugar para el error cuando se trata de estar bien con Dios. O estás dentro, o estás fuera. ¿Estás seguro de que estás dentro? ¿Muy seguro?
Si no estás “metido de lleno”, ¿qué otra cosa es más importante? Si sólo estás en parte en esta “cosa cristiana”, ¿dónde está el resto de ti?
¿Realmente piensas que el Dios que te creó, EL Dios del Universo, aceptará únicamente parte de tu ser, un compromiso a medias con Él? Claro que no. Una petición hecha a medias —no es lo que Dios está esperando escuchar. Una culpabilidad sincera y una tristeza a causa de tu pecado —no es el arrepentimiento. Alzar tu mano para decirle sí a Jesús —es completamente inútil sin reconocer a Jesús como el Hijo de Dios venido a la tierra en carne propia, genuinamente darle la espalda al pecado (“el arrepentimiento”), y realmente seguirlo a Él.
Dios nos ha comunicado muy claramente lo que espera de nosotros los pecadores. Lo que Él espera de nosotros se nos muestra en toda la Biblia. Echa un vistazo. ¿Describe esto tu corazón, tu alma, tu mente, tu voluntad…?
Mateo 22:37
“Y Él le contestó: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.“
Marcos 12:30
“y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza”.
Lucas 10:27
“ Respondiendo él, dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu fuerza, y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo».“
Hechos 8:37
“Y Felipe le dijo: «Si usted cree con todo su corazón, puede». «Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios», respondió el eunuco. “
Romanos 6:17
“Pero gracias a Dios, que aunque ustedes eran esclavos del pecado, se hicieron[a] obedientes de corazón a aquella forma de doctrina a la que fueron entregados,“
Esto de, “ser salvo”, “nacer de nuevo”, “aceptar a Cristo como tu Salvador personal”, “seguir a Jesús”… es algo muy, muy, nada etéreo. Es sólido. Jesús dijo que Él era el único camino. Y Jesús dijo “debes nacer de nuevo”. Nada más te llevará al cielo. Tu compromiso tiene que ser sólido – a los ojos de Dios. Jesús tiene que ser el primero, el #1 en tu vida. Tienes que realmente estar siguiéndolo a Él.
¿Este es tu caso? ¿Acaso “ teme a Dios [con temor y reverencia], y dale gloria [y honra y alabanza en la adoración]… [ con todo tu corazón ] adora al que creó los cielos y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas?” (Apocalipsis 14:7).
Después de que Dios envió a su único Hijo, Jesús, al mundo para morir como un hombre en tu nombre… ¿crees que tolerará una vida vivida “a medias” para Él? ¿Qué estás pensando? ¿Estás simplemente “probando a Jesús”, disfrutándolo, o le has dado todo: todo tu corazón, toda tu alma y toda tu mente?
¿Hay algo más importante para ti que Jesús? ¿Hay algo a lo que no renunciarías para seguir a Jesús?
Basado en el artículo No Tolerance for Error, publicado en inglés: 4 de agosto, 2017.
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