Hay tanto que simplemente no entiendo. ¿Por qué esto, por qué aquello…?
Me reúso a rechazar a Jesús
Pues bien, en lugar de culpar a Dios, despotricar y enfurecer, o negarme a seguir ciertas enseñanzas difíciles de Jesús… he optado por confiar en que Dios entiende más que yo. ¿Rechazas a Jesús por lo que no entiendes?
Cuando no me gusta lo que parece que Él apoya, confieso mi exasperación con Él y le pido que me ilumine al respecto. Lo considero como mi incapacidad para entender a Dios Todopoderoso. Hay muchas cosas que están mucho más allá de mi limitado pensamiento, más allá del genio de cualquier ser humano.
Todos los asuntos que me perturban en el pensamiento, en los principios, en las doctrinas de la Biblia… los pongo a los pies de Jesús, sometiendo mi pensamiento a Su Camino. Sometiendo mis acciones a Su camino.
Me niego a culpar a Dios y a seguir los caminos del mundo sólo porque no me gusta cómo son las cosas. Después de todo, ¿quién soy yo para cuestionar a Jesús mismo? ¿¡Puedo esperar entender Su reino… cuando nadie puede explicar ni siquiera lo que es la electricidad?!
Una actitud delante de nuestro Padre
Como solía decir mi padre, corrigiendo a su insolente hijo: “¿¡Quién te crees que eres!?“
Esa pequeña racha de rebeldía es también lo que había en la mente y el corazón del joven gobernante rico que buscaba justificar su pensamiento ante Jesús. Nuestro pensamiento natural no es de sumisión a Dios. En lo natural, ¡odiamos someternos a cualquier cosa! Así que el gobernante se fue triste, porque Jesús le respondió: “Una cosa te falta“.
Para ti que todavía tienes ese lugarcito insolente en tu corazón, una actitud ante nuestro Padre que está en el Cielo, te recomiendo el artículo, El pensamiento de Dios. La sección PARA MÁS (al final) tiene mucho que pensar también.
Fuente: Una cosa te falta
¿Sigues buscando salidas? ¿O sigues en esa rutina, haciendo religión y filosofando?
“¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada[b] primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que la oyeron.“ — Hebreos 2: versículo 3
¿Estás tan hundido en el fango de los valores viles, que un día, de repente, se revelará que tienes un corazón endurecido, tu alma no está realmente regenerada, a decir verdad—nunca has nacido de nuevo? ¿Has dejado que tu vida se conforme a este mundo, viviendo un estilo de vida entregado a lo que no es de Dios? ¿Llamarías a eso “seguirlo”? – Fuente: Señales de un corazón impenitente
Lo que separa a los pecadores de Dios Santo
En lugar de quedarme en un pensamiento rebelde y endurecer mi corazón, aferrándome a “mi camino”, he confesado mi pecaminosidad y mis defectos. He sometido mi voluntad a la Suya. ¿Y tú?
Después de todo, lo que separa a los pecadores del Dios Santo, no son los pecados. Dios ya se encargó del asunto del pecado al morir en una cruz por nosotros. Lo que todavía separa a los pecadores de Dios es—un corazón rebelde e insolente que se niega a inclinarse ante Él en arrepentimiento con sinceridad y verdad.
Me entristece tanto pensar en los muchos, en todo el mundo, que todavía no saben que son “creyentes” condenados por Dios, a los que Dios sorprenderá en el Día del Juicio, diciéndoles,
- Mateo 7:23 “Entonces les declararé: “Jamás los conocí; apártense de Mí, los que practican la iniquidad”.
- Lucas 13:27 “y Él dirá: “Les digo que no sé de dónde son; apártense de Mí, todos los que hacen iniquidad”.
El Rapto se lleva a todos los creyentes verdaderos
Todos los creyentes nacidos de nuevo dejarán la tierra repentinamente en el Rapto. Todos ellos. Si te sorprendes al perderte el Rapto (que viene pronto), esta es la razón: Ir al infierno no se trata de tus pecados. Se trata de tu corazón. ¿Dónde está tu corazón?
No dejes que las “cosas” te estanquen—eternamente. “Más adelante entenderemos por qué” (canción en inglés de Brad Paisley).
Basado en el artículo Farther along we’ll understand why , publicado en inglés: 26 de agosto, 2020.
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