… y saliendo del otro lado
El rey David es un ejemplo de cómo sobrellevar una experiencia de profundo dolor. Ya sea soportando los efectos de nuestro pecado, o experimentando una tragedia personal, o siendo atormentado por el dolor adormecedor de la muerte de algún familiar—podemos superarlo.
Túneles oscuros
¿Cómo pecas en contra de Dios?
El Rey David nos muestra cómo
podemos llegar al otro lado de los tiempos oscuros,
del otro lado de ese túnel oscuro de dolor,
confusión, pecado,
o tragedia.
David pecó contra Dios. Referencias: 2 Samuel 11:1; 1 Reyes 1:28; 2 Samuel 12:13-14; 2 Samuel 12:15-23.
El Rey David pecó
(1°) Se puso en un ambiente de “falta de rendición de cuentas”—al quedarse solo en casa cuando debería haber estado fuera dirigiendo a los soldados de su reino en la guerra (cumpliendo con sus obligaciones laborales). Se hizo vulnerable ante el pecado, como lo podemos ser nosotros con ” el pecado que tan fácilmente nos envuelve, “ (Hebreos 12:1);
(2º) Buscando el voyerismo – cediendo a sus lujurias. (27 “ »Ustedes han oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. 28 Pero Yo les digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón“. — Mateo 5:27-28).
(3°) Fornicando con Betsabé: Haciendo lo que quiso a pesar de lo incorrecto que era.
(4°) Asesinando al esposo de su amante. Saliéndose con la suya “por las buenas o por las malas” (definición).
El rey David acabó arrepintiéndose de su pecado y, en señal de duelo, se cubrió de ceniza. David acudió a Dios en oración. Reconoció los resultados de su pecado, se arrepintió de ese pecado, y cuando la crisis o el evento doloroso pasó, entonces se duchó, se vistió para el día, y comenzó la vida normal de nuevo, con su corazón buscando a Dios.
Lo mismo es cierto para nosotros. En un momento de debilidad, confusión, pecado, dolor o acontecimiento trágico… ¿cómo lo afrontas? Podemos lamentarnos. Y luego podemos arrepentirnos honestamente.
En Cristo podemos encontrar la paz perfecta. Arrepentirse es vital para cualquier sentido de paz y tranquilidad. Cuando amanece de nuevo, lo superamos, nos acercamos a Dios, seguimos hacia delante y vivimos la vida con la misma vitalidad que antes.
El rey David estuvo plagado durante años de fuertes tentaciones para caer en el pecado. Pero siempre se arrepentía de su pecado y se acercaba de nuevo a Dios. Dios perdona a los verdaderamente arrepentidos.
Después del pecado, que es una elección que hicimos, siempre se presenta otra elección:
Decidimos si es que vamos a:
(1) continuar en pecado, o
(2) arrepentirnos de (“darse la vuelta”, alejarse de) nuestro pecado.
El Rey David siempre escogió buscar a Dios y Sus caminos. ¿Y qué hay de ti? 1
Basado en el artículo Living through our tunnel of sorrows, publicado en inglés: 27 de abril, 2021.
PARA MÁS:
Encontrar la paz perfecta (ingles)
Extracto: Un buen hábito de vida es acudir siempre a Dios en oración. Acostúmbrate a orar con frecuencia. Entonces ya estarás de rodillas (en tu corazón) cuando el desastre o las luchas te golpeen. A Dios le interesas. Él entiende. ¿Confías en Él? Él te dará paz.
La verdad de lo que el profeta Isaías dijo, es básicamente:
[Isaías 26:3—usando la versión “ Nueva Traducción Viviente NTV “ de la Biblia junto con mis propias palabras]
“Porque me refugio en Dios
, confío plenamente en Dios
con esperanza y expectativa en lo más
profundo de mi alma,
y mantengo
mi mente
controlada y enfocada
sobre Dios mismo,
Él mismo
mantendrá
en mí
un estado constante
de equilibrio y paz. “
Vencemos abrumadoramente a través de Aquel que nos amó
El arrepentimiento en la Biblia
El privilegio de mi existencia
Notas a pie de página.
- Referencias:2 Samuel 11:1; 1 Reyes 1:28; 2 Samuel 12:13-14; 2 Samuel 12:15-23.
13 “Entonces David confesó a Natán: —He pecado contra el Señor. Natán respondió:—Sí, pero el Señor te ha perdonado, y no morirás por este pecado. 14 Sin embargo, como has mostrado un total desprecio por la palabra del Señor[a] con lo que hiciste, tu hijo morirá.“
2 Samuel 12:15-23
“15 Después que Natán regresó a su casa, el Señor le envió una enfermedad mortal al hijo que David tuvo con la esposa de Urías. 16 Así que David le suplicó a Dios que perdonara la vida de su hijo, y no comió, y estuvo toda la noche tirado en el suelo. 17 Entonces los ancianos de su casa le rogaban que se levantara y comiera con ellos, pero él se negó.18 Finalmente, al séptimo día, el niño murió. Los consejeros de David tenían temor de decírselo. «No escuchaba razones cuando el niño estaba enfermo—se decían—, ¿qué locura hará cuando le digamos que el niño murió?».
19 Cuando David vio que susurraban entre sí, se dio cuenta de lo que había pasado.
—¿Murió el niño?—preguntó.
—Sí—le contestaron—, ya murió.
20 De inmediato David se levantó del suelo, se lavó, se puso lociones[a] y se cambió de ropa. Luego fue al tabernáculo a adorar al Señor y después volvió al palacio donde le sirvieron comida y comió.
21 Sus consejeros estaban asombrados.
—No lo entendemos—le dijeron—. Mientras el niño aún vivía, lloraba y rehusaba comer. Pero ahora que el niño ha muerto, usted terminó el duelo y de nuevo está comiendo.
22 —Ayuné y lloré—respondió David—mientras el niño vivía porque me dije: “Tal vez el Señor sea compasivo conmigo y permita que el niño viva”. 23 Pero ¿qué motivo tengo para ayunar ahora que ha muerto? ¿Puedo traerlo de nuevo a la vida? Un día yo iré a él, pero él no puede regresar a mí.“
2 Samuel 12:24 [David tiene relaciones con su esposa, Betsabé, y tienen uno hijo, cuyo nombre es Salomón.]
“24 Luego David consoló a Betsabé, su esposa, y se acostó con ella. Entonces ella quedó embarazada y dio a luz un hijo, y David[a] lo llamó Salomón. El Señor amó al niño “
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