La salvación en Cristo no tiene que ver esencialmente con el pecado. Dios no te salva porque te limpies, deseches tu pecado, ames a los demás lo suficiente, o porque seas capaz de dejar de pecar. ¿Dejar de pecar? No. ¡No puedes dejar de hacerlo! Es cierto que en Cristo ya no somos esclavos del pecado (Romanos 6:6), pero, la vieja naturaleza persiste (1 Juan 1:5-10) y caemos.
¿Cuál es tu problema?
¿Qué es lo que no te permite ceder ante Dios? ¿Qué tiene “tu manera” que te gusta tanto? Esto es lo que dijo el apóstol Pablo en 1 Corintios 6:9-10: (mi paráfrasis no autorizada) 9 ¿No lo sabes? …que los que viven a su manera no entrarán realmente en el Reino de Dios? ¡No tendrán […]
Sobrellevando nuestro túnel de tristezas
… y saliendo del otro lado El rey David es un ejemplo de cómo sobrellevar una experiencia de profundo dolor. Ya sea soportando los efectos de nuestro pecado, o experimentando una tragedia personal, o siendo atormentado por el dolor adormecedor de la muerte de algún familiar—podemos superarlo. Túneles oscuros ¿Cómo pecas en contra de Dios? […]