…una vida que se vive para Cristo, entregándole a Él las riendas
La manera en que vivo cada día – eso le demuestra a Dios cuánto le amo (o no):
- Cómo termino cada momento del día…
- Cómo sigo Su ejemplo, dejándome guiar por Él…
- Cómo dejo cada alma a mi paso cuando mi alma se encuentra con otra. 1
Como Dios mismo lo hace, quiero que mi alma se revele desde mi rostro y que brille aceptación sobre ti y encienda un poco de paz dentro de tu alma ahora mismo.
Números 6:26
Que el Señor te muestre su favor
y te dé su paz”.
En la fuerza de Su Espíritu, cada día quiero… levantar mi rostro sobre ti (quienquiera que seas) y hacer que sientas aceptación, aprobación y amor – de mi parte. Quiero darte paz dentro de tu alma cuando nuestras almas se conecten. Quiero que tu corazón y tu vida sean más “tranquilos” porque mantuve un alma sana y “brillé sobre tu alma”.
Necesito hacerme la pregunta: ¿Soy solidario con las almas que me encuentro? Cada día, cada encuentro de las almas: ¿brillo con aprobación y amor – sobre aquellos con los que entro en contacto?
¿U oscurezco su alma (apago su luz) con mi condena despiadada, mi indiferencia, mi apatía, mi dureza o mi falta de dulzura? ¿Les levanto el ánimo en ese momento, con lo que soy, con cómo me comprometo? ¿O, como un tren en la noche, paso de largo sin tener en cuenta su alma?
Una vida vivida para Cristo. No es un concurso de popularidad para ver quién es el más simpático. Es una vida que se vive para Cristo – para presentarme ante Dios como habiendo sido “aprobado”. No para mostrar al hombre, sino para mostrar a Dios. Cuando entre en Su reino en Aquel Dia, quiero entrar en Su aprobación por lo que he hecho en la tierra, por el buen fruto que produzco por el poder de Su Espíritu en mí.
Como mis pecados ya han sido quitados para siempre por Su gracia – no estoy tratando de “ser perdonado”. Eso es un trato hecho desde ese momento preciso en el tiempo que El me salvo. Así que ahora que soy salvo, mi meta en la vida es que entraré en Su presencia sabiendo que por Su Espíritu hice lo mejor que pude para ser un alma sana y redimida para Su gloria.
Esfuérzate para poder presentarte delante de Dios y recibir su aprobación. Sé un buen obrero, alguien que no tiene de qué avergonzarse y que explica correctamente la palabra de verdad.
Pecados aparte (aparte, así como “tan lejos como el Oriente está del Occidente…”) la pregunta es: ¿Es lo que estoy haciendo con mi vida “aprobado” por Dios? Ahora estoy confiado en Cristo, perdonado, hecho Su hijo para siempre. Pero, ¿es la vida que vivo, aquí y ahora… aprobada por Dios? ¿Dirá Él en aquel día: “Bien hecho, mi buen siervo fiel”?
»El amo lo llenó de elogios. “Bien hecho, mi buen siervo fiel. Has sido fiel en administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas más responsabilidades. ¡Ven a celebrar conmigo![a] ”.
Ahora, veamos – ¿Qué he hecho, qué estoy haciendo, qué voy a hacer hoy para demostrarle a mi Salvador que le amo de verdad? ¿Hasta qué punto estoy vendido completamente entregado a Él hoy? Jesús delineó claramente hasta qué punto quiere nuestro compromiso. Él quiere “todo” de nosotros, no meramente pedacitos (en ingles: bits and pieces).
…—“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con toda tu mente” y “Ama a tu prójimo como a ti mismo”[a].
Con Cristo nunca volverá a haber “tiempo de llorar otra vez” porque Él se va. Podemos decir con seguridad, por medio de Su Palabra, que Él nunca estará lejos otra vez, nunca. Él es el novio fiel. Él no es un humano voluble, frágil y propenso a vagar, como nosotros. No tengo miedo de eso (de que se vaya…). Pero quiero mostrarle mi amor. Mi vida lo va a demostrar.
Estoy alimentando un alma sana para poder derramar gracia en tu día y ser amable contigo, amigo o enemigo, sea cual sea tu pecado. Un alma sana va más allá del mero “encanto”. Las almas sanas exudan cariño y gracia a su alrededor, sean “rojos o amarillos, negros o blancos”. Todos somos una raza, descendientes de Adán y Eva, creados iguales por Dios Creador.
Independientemente de tu raza o credo, o de tu pecado específico – un alma llena de Cristo puede bendecirte. El alma sana no espera recibir una recompensa o un residuo por haber estado “sana”. El rostro de un alma sana brilla con amor y una aceptación llena de gracia, amor ágape no adulterado.
Jesús reconoció que hay “cosas” contra las que cada uno de nosotros tiene que luchar dentro de su alma, cosas que pueden mantenernos moralmente débiles e incapaces de caminar en madurez. Para poseer un carácter piadoso, para ser verdaderamente maduros espiritualmente… debemos despojarnos de aquello que obstaculiza nuestro caminar con Cristo.
La madurez espiritual es cuando reconoces tu pecado por lo que es, y lo confiesas, arrepintiéndote más rápidamente, no revolcándote en él. Es ese punto en el tiempo en el que te mantienes libre de “deficiencias morales o éticas”, como enseñó Jesús.
Para el joven rico, Jesús habló directamente a lo que le impedía.
—Si deseas ser perfecto, anda, vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme.
Al parecer, aquel hombre rico y poderoso confiaba tanto en sus riquezas, que éstas obstaculizaban su deseo de seguir a Jesús. Jesús lo podía ver, así que le dijo “anda, vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres”. Su mensaje implícito era “-entonces tendrás la capacidad de seguirme de verdad”. Como dice la versión AMP en inglés, “[convirtiéndote en Mi discípulo, creyendo y confiando en Mí y caminando por el mismo sendero de vida que Yo camino]”.
Aparentemente algunas cosas nos alejan de la salvación en Cristo. De algo se necesita confesar, arrepentir, alejarse… o (de Mateo 19:versículo 21)
- no podemos llegar a ser Su discípulo,
- no podemos verdaderamente “creer” en Él
- no podemos verdaderamente “confiar” en Él
- no podemos caminar “el mismo camino de vida que yo [Cristo] camino”
En esencia, porque no podemos darle “todo de nosotros”, porque nos estamos aferrando a algo de nosotros mismos, el trágico resultado es que no podemos aceptar Su regalo gratuito de la salvación. ¿Te encuentras en esa posición? ¿Eres un “supuesto creyente” que no puede darle “todo”, el “todo” que Cristo mismo requiere de nosotros en Lucas 10:27?
…—“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con toda tu mente” y “Ama a tu prójimo como a ti mismo”[a].
Él no pidió, y no pide, que tú y yo seamos libres de pecado. Eso vendrá después. Él nos señala esa dirección. Pero Él nos pide que vengamos a Él ahora tal como somos, y nos volvamos de nuestra corrupción y le demos todo lo que somos en autenticidad y verdad. Él sólo acepta a los genuinamente arrepentidos. Eso se llama “nacer de nuevo“.
Entonces, no importa lo que hayamos hecho, o quienes hayamos sido, o como hayamos vivido, en ese momento de genuino arrepentimiento y aceptación de Él, somos salvos, somos hechos nuevos por Dios mismo – en ese mismo momento, y comenzamos a caminar con Él, a seguirlo. Entonces Él comienza Su trabajo de traernos salud y fuerza espiritual. Poco a poco nos convertimos en un alma mas saludable mientras Su Espíritu nos guía y conduce.
Un Alma Sana… basado en Gálatas 5:22-23
- camina con alas de gracia, no escurre condenación, orgullo y egoísmo
- llega a tu espacio aplicando loción calmante en tu alma áspera
- con presencia desprevenida – expresa: “Estoy bien contigo”, “Soy tuyo en este momento preciso en el que estamos juntos”.
- es indulgente y gentil, no traicionero, ni malhumorado, ni egocéntrico
- se siente impulsado por el Espíritu, escuchando Su suave susurro (Hechos 20:22)
- se siente obligado y orientado a la acción debido a sus firmes convicciones (Hch 20:22)
- produce cada vez más el fruto del Espíritu, el buen fruto de Gálatas 5
En cambio,
la clase de fruto
que el Espíritu Santo
produce en nuestra vida es:
amor, alegría, paz,
paciencia, gentileza, bondad, fidelidad,
23 humildad y control propio.
¡No existen leyes contra esas cosas!
En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!
No estoy donde quiero estar, pero lo estoy consiguiendo, paso a paso. Intento ser más consciente de quién soy realmente por dentro y por fuera, y de lo que hago cada día por el bien de la vida de los que me rodean.
Basado en el artículo A worthy life, publicado en inglés: 22 de septiembre del 2019.
PARA MÁS:
Gente iluminada (en ingles; Enlightened Folks)
Inútil y sin valor ( en ingles; Useless and worthless)
Antes de una buena taza de café
Notas a pie de página.
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