El momento de SI – Dios Mio Jesus

El momento de Si
Al escribir sobre nuestra salvación por medio de Dios, el apóstol Pablo nos recuerda el momento del “si”. Lo trae de vuelta al momento de nuestra experiencia de salvación, diciendo “…si…”:

– Romanos 6:4-7 La Biblia de las Américas “5 Porque si hemos sido unidos a Él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección…”

– Colosenses 3:1-4 La Biblia de las Américas Si habéis, pues, resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria.

Siembra esa semilla de duda, cuestionando a cada uno de nosotros:

* Si hemos llegado a ser uno con Él [permanentemente unidos]

* Si habéis resucitado con Cristo

Y entonces Él responde a nuestras dudas mientras nos examinamos a nosotros mismos. Podemos saber que somos salvos. Es la voluntad de Dios que seamos salvos. Hoy Jesús sigue diciendo: “El que quiera, que venga”. Ver: Hechos 2:21; Juan 3:15-16; Juan 12:46.

La pregunta más importante
La pregunta más importante para todos los creyentes profesantes:

¿Lo fuiste?
¿Realmente fuiste salvo?

¿Hay algún “si” en tu historia de salvación? ¿Podrías tener un corazón agrietado?

¿Fuiste verdaderamente salvo?
Más allá de la sombra de una duda – ESTA es la pregunta más importante para todos los creyentes profesantes: ¿Fuiste verdaderamente salvo, realmente redimido por la sangre del Cordero? O no.

¿Fuiste “hecho uno con Él [permanentemente unido]” (Romanos 6:5)?
¿Fuiste verdaderamente salvo en ese “momento de salvación” que profesas haber tenido?
¿Has sido “resucitado con Cristo”? (Colosenses 3:1)
¿Has muerto y ahora “tu vida está escondida con Cristo en Dios”? (Colosenses 3:3)

Sólo tú lo sabes y Dios lo sabe. No te engañes. Jesús ciertamente dirá a muchos: “Tú NO eres de los míos” (Mateo 7:20-24; Lucas 13:22-30). ese Será el peor momento.

¿Serás rechazado por Jesús?

Pablo básicamente está diciendo: Hay un enorme “si” aquí. Ver: Romanos 6:4-7.

“si hemos sido
unidos a Él”

Dándole todo de ti
La verdadera salvación en Cristo no requiere mucha doctrina, mucho conocimiento, muchas obras, mucho demostrar tu fe. No requiere que nos convirtamos en personas sin pecado. El ladrón en la cruz es un buen ejemplo (Lucas 23:39-43).

¿Qué sabía ese ladrón acerca de la vida de Cristo antes de ser clavado? Fue en la cruz donde vio la luz por primera vez. Fue un simple intercambio verbal con Jesús, y luego murió. Y entonces, Jesús cumplió su promesa: “Este día….”.

¿Has hecho ese tipo de confesión verbal con Jesús? Simple, pero verdadera hasta la médula, honesta, sincera (Romanos 10:9).

El hombre contestó: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con toda tu mente” y “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. – Lucas 10:27 Nueva Traducción Viviente

No te preocupes: Él conoce tu corazón. Él ve dónde te ubicas…. Y Él puede darte la vida eterna en el acto, ¡sin esperas, sin ponerte a prueba, sin dudar de ti! Cuando aceptas a Cristo como Señor – esto sucede:

17 De modo que
si alguno está en Cristo,
nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron;
he aquí, son hechas nuevas.
– 2 Corintios 5:17 La Biblia de las Américas

Ver video sobre El ladrón en la cruz (en inglés)
… muy digno de ver (y gracioso)

Acepta el regalo. Dáselo todo.
Acepta sincera y honestamente el Regalo, y Él te dará una gracia que nunca podrías merecer.

La fe no es
una filosofía de la cual se habla,
sino más bien
una lealtad que vives
día a día
con todo tu corazón.
(Basado en Lucas 10:27)

La verdad es que lo que dices no vale absolutamente nada – sin todo lo que hay detrás en tus acciones. Creo que lo que Dios está diciendo aquí es: Es todo o nada.

Es todo o nada
Todo lo que hay en mí por todo lo que hay en Él
Nada hecho es nada ganado
Las palabras huecas no valen nada
Una vida sin valor llega al infierno –
absolutamente sin valor.
La vida está llena, es rápida y breve
No voy a tirarlo todo por la borda – ¿para qué?

Lo doy todo, absolutamente todo a Jesús
todo mi corazón a Cristo
toda mi alma a Cristo,
toda mi mente a Cristo,
toda mi fuerza a Cristo
todo mi ser, todo mi querer

todo lo que soy, todo lo que quiero – todo sólo para Cristo.

Entraré en el Cielo, completo sólo en Él.

La salvación no se basa en todo lo que hago y todo lo que soy.
Se basa en Su don gratuito de la gracia.
Pero Él requiere todo de mí.

– Fuente: Es todo o nada. (Basado en Santiago 2:20)

El hombre contestó:
—“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón,
con toda tu alma,
con toda tu fuerza y con toda tu mente”
y “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
– Lucas 10:27

¿Ya te has encargado de eso? Si no estoy totalmente “apostando todo” por Él, mi fe está muerta (Santiago 2:20) y no soy Suyo y sólo Suyo, y no estoy destinado al Cielo. Así que la pregunta es:

¿Cuál es el valor que le das al cielo?

Dios hace el trabajo
Venimos a Él – y Él salva. Dios hace la obra de la salvación, no el pecador. Dios lo hace. Este acto gigantesco es uno en el cual “… ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios” (Efesios 2:8). Pero es una decisión que tienes que tomar.

La salvación es cosa de Dios. Por lo tanto, no depende de tus obras. La salvación no es tuya al final porque apretaste los dientes y gruñiste con esfuerzo para aferrarte a Su Mano – hasta el final. No podemos caer de Su Mano – en el fuego, porque Él es el que nos sostiene. (¿Tienes miedo de que Su mano sea débil? ¡¿Es en serio?! ¿Dios Todopoderoso?)

Todos somos “pecadores”. Todos le fallamos a Dios de muchas maneras – siendo desobedientes, una y otra vez. Sin embargo, el creyente nacido de nuevo no acepta el pecado en su vida. ¡Ellos lo combaten! Aunque nacidos de nuevo, transformados en una nueva creación, todavía son pecadores, perdonados, sí, pero todavía luchando contra el pecado.

Por otro lado, los no creyentes, pecadores también, han tomado la decisión de aceptar el pecado en sus vidas. Cualquiera que sea el pecado (1 Corintios 6:9-10) la persona “no verdaderamente salva” ha aceptado una normalidad que revela su verdadero corazón.

Su “normalidad” es contraria a la normalidad de Dios. Sea una persona que va a la iglesia o no, no importa cuál sea su confesión de fe — su “fe” no puede salvarla porque sus hechos traicionan su verdadera lealtad. ¡Y no es una lealtad a seguir verdaderamente a Cristo!

– Fuente: Pecadores, versus vivir en pecado

Efesios 2:8-9
8 Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. 9 La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.

2 Corintios 3:5
No es que pensemos que estamos capacitados para hacer algo por nuestra propia cuenta. Nuestra aptitud proviene de Dios.

Tu momento de decisión
El “momento de SI” es tu momento de decisión. Puedes tenerlo todo – SI: Si aceptas a Jesús con todo tu ser, con sinceridad y verdad.

En lugar de equivocarte: Haz que sea “un momento de Una Cosa Segura” (no un “si”). Jesús es esa Cosa Segura.

Cambia tu “Oh pesar” (El pecado que fue….) – a “Oh gozo inexpresable“(gozo que es inexpresable y glorioso (1 Pedro 1:8). Eso te pone en el camino hacia el Fantástico Hogar de Dios – para aquellos que le siguen.

¿Eres una cabra?
¿Eres una cabra o una de las ovejas de Su redil? No dejes que tu momento de “si” se convierta en tu momento eterno de “no“. Decide seguir a Jesús.