Esto es todo – Dios Mio Jesus

El mes pasado recibí una tarjeta de cumpleaños de mi esposa. Fue realmente especial. Me hizo pensar. La tarjeta de American Greetings dice,

Para el hombre que amo.
Esta es la vida buena. Tú y yo juntos. Cada día.
Más altibajos y más amor del que jamás creímos posible.

Esto es todo. Esta es la vida.
Esta es nuestra vida….
Y estoy muy contenta de compartirla contigo.
Feliz Cumpleaños
Siempre te amaré

¡Esto es todo! ÉSTA es mi vida. Necesito recordatorios como esta tarjeta. Las horas monótonas adormecen mi mente y me roban la alegría de vivir. Todavía oigo a mi papá recordarme, cuando éramos niños desplomados en la mesa, “¡Siéntate bien…!”

Cada día necesito “Sentarme bien”. Darme cuenta de nuevo: “Ésta es la vida”. ¡Tengo una sola oportunidad! El Señor me hizo así, me dio lo que soy, así – y quiere que haga lo mejor que pueda con lo que me inició, y con todo lo que venga en el camino. Cada día es nuevo cada mañana, y tengo la bendición de estar aquí.

¡ÉSTO es todo! Ésta es mi vida. Dios me la dio. Cada momento. Puedo hacer con ella lo que quiera. No todos los momentos son estelares, pero… este momento es parte de todo. Ponlo todo junto, y compone – mi vida. ¡No tiene sentido esperar a que llegue algo más! ¿¡Qué más hay!? ¡Ésto es todo! ÉSTA es mi vida.

Me siento especialmente privilegiado por ser quien soy. (¡Podría haber sido – – tú! ¡Ja! ¡Es una broma!) Me siento humilde al pensar en ser otra persona no tan afortunada. ¿Quién soy yo para haber sido tan bendecido? Me recuerda la responsabilidad que conllevan las bendiciones. Habiendo sido tan bendecido, quiero ser una bendición para otros.

Podría haber sido Paco, viviendo y comiendo en un vertedero de cinco acres.
Podría haber tenido una madre y un padre alcohólicos y maltratadores.
Podría haber nacido de padres terroristas, viviendo para Mahoma.
Podría haber sido un nativo primitivo, nacido en alguna selva caliente y húmeda.
Podría haber nacido con un coeficiente intelectual de 25, criado en el abandono y la pobreza en Detroit.
Podría haberme drogado y haberme convertido en un lamentable perdedor sin pensar en el mañana, en las consecuencias y en los valores eternos.
Podría haber nacido alto, moreno y guapo.
Podría haber nacido con una altura de 1,90 metros.

Pero no, Dios me hizo – así como soy. Soy lo que soy por la gracia de Dios. Y soy responsable ante Dios de lo que soy capaz de hacer.

Lo que soy es lo que yo hago de esta vida. Cómo actúo con los demás, lo que reflejo a los demás con mi comportamiento, mi cara, mi voz e inflexiones, mi actitud, mis acciones… son todas las partes de lo que me hace ser quien soy.

Dios me está formando, me está moldeando – para ser cada vez más como Cristo. En ese último día en la tierra (en inglés: About Death and Dying), quiero entrar en la eternidad sin la necesidad de un gran trabajo de reparación requerido por los ángeles antes de que me dejen continuar por el camino de entrada para celebrar a Cristo y luego – ¡al salón del banquete!

Quiero que mi vida actual encaje sin problemas en el nuevo estilo de cuerpo del cielo. (Sé que eso no es REALMENTE posible, pero ya sabes a lo que me refiero). Quiero ser tan parecido a Cristo ahora, que aquel día entraré y saldré de la cámara de arreglos tan rápidamente que estaré bailando en un mosh pit, uno de los primeros en celebrar la Vida Eterna – ¡una alegría desinhibida y frenética!

¿Por qué he de esperar para ser perfeccionado por Cristo – en el cielo? ¡No tengo que esperar! Puedo ser maleable ahora, adaptable ahora. Deshazte de esta terquedad. Deja que Él me conforme a su voluntad ahora, hoy… mientras estoy en mis últimos días aquí. ¡Puedo hacer eso (en inglés: Yes I can – I can stand strong)!

Llevo 62 años aquí, y sigo con fuerza, más o menos. He sido inteligente, de vez en cuando, durante la mayor parte de mi vida. También he sido estúpido. Y he sido muy pobre, ¡durante largos años! (Aunque rico incluso entonces – en comparación con el 90% del mundo). Pero, en su mayor parte, he sido sano, rico y sabio – incluso con los muchos pasos mal tomados a lo largo del camino. Agradezco a Dios y a mi esposa, familia y amigos, por la misericordia, el perdón y la paciencia que han tenido conmigo. Afortunadamente, ¡Dios aún no ha terminado conmigo!

Ya sea una hora más, o tres décadas más… ¡Estoy preparado para cruzar el umbral de la eternidad! Pero hasta ese momento final en el tiempo, estoy avanzando, viviendo en el ahora, aprovechando al máximo lo que Dios pone ante mí. ¡Estoy haciendo tiempo! Haciendo que el tiempo cuente.

Como me escribió un amigo en una tarjeta de cumpleaños,

¡Que el Señor te añada bendiciones este año!

Basado en el artículo This Is It, publicado en inglés: 6 de mayo del 2014.

PARA MÁS:

Cuerpo por Dios

Creciendo en nuestra nueva vida natural en Cristo

Tu inútil estilo de vida

¿Te sientes insignificante?

Sintiéndose insignificante

Una vida digna

Una vida solitaria

Acerca de la muerte y el morir (publicado en inglés: About Death and Dying)