“Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos. “ — Lucas 12:7
A veces, en lo más profundo dentro de mis entrañas, existe esa espantosa punzada de insignificancia. ¿Alguna vez has pasado por eso? Odio ser insignificante, como una uva seca y encogida, simplemente colgada con racimos de fruta exuberante brillando a mi alrededor.
Y cuelgo aquí, rodeado de un universo interminable y asombroso, lleno de grandeza y de esplendor. La tierra… tan maravillosamente dotada de belleza, tan inspiradora y grandiosa. Los famosos y ricos aparentemente perfectos, se regodean y brillan con oro y pompa.
Y luego estoy yo. Aquí estoy. ¡Pero no lleguemos a eso! ¡Mirar a los demás puede ser debilitante!
Sentirse insignificante. Ahí es cuando oro.
Hay una razón por la que no me encojo en un oscuro agujero de desperdicio de waaah (donde “llaman a queja-uno-uno”, y piden una “wahmbulancia”). Lo que podría convertirse en desesperación, se convierte poco a poco en esperanza, a medida que me concentro:
lo que Dios ha hecho por mí, y
los planes fantásticos que Él tiene para mí.
Sin importar quien seas
Ningún ser humano tiene que quedarse en el fango de la insignificancia. No importa quién seas, cuán ordinario, cuán lejos hayas caído, cuán vil ante Jesús, cuán perdido, cuán profundas sean tus penas—siendo humano, cada uno de nosotros puede ser bendecido más allá de toda medida por Jesús el Mesías. Jesús nos quiere. Jesús nos da un significado eterno.
El pecado y la soledad (por nombrar sólo dos…) pueden hacerme retroceder un paso o dos, debo admitir. Pero entonces, mi espíritu surge con esperanza en Cristo—cuando me fijo en Él. El Hijo de Dios, Jesús:
- Me amó “antes de la fundación del mundo” (Efesios 1:4; Jeremías 1:5).
- Me hizo el sexto día (Génesis 1: versículos 26-31).
- Murió en una cruz cruel por mis pecados. (*Creemos que murió el viernes 3 de abril del año 33 (solo en ingles)).
- Me salvó por su gracia.
- Tiene un propósito y una esperanza para MÍ ahora mismo (Jeremías 29:11).
- Está regresando—viene pronto para llevarme a Su hogar, el cielo.
Este pequeño pedazo de la creación, yo
Tengo tanto valor ante Dios, mi Creador, que Jesús se ofreció a morir en una cruz por mí, en el lugar que yo debía ocupar (Juan 3:13-18). ¿¡Has pensado en eso!? ¡No puedo ser más valioso—que ESO!
Los seres humanos son los más importantes, los más valorados por Dios—¡en toda Su creación! Él murió para salvar a cada uno de nosotros de Su Justicia. Hay un lugar donde los condenados de la tierra irán. Pero Jesús murió para llevarte a Su Hogar llamado Cielo.
A pesar de que Dios es más que grande, se desvivió por comunicar Su gran amor por esta pequeña pieza de la creación, yo. Todo está en la Biblia.
Él me llamó a arrepentirme,
a volver a Él para la salvación. Tomé la decisión consciente de aceptar a Jesús como mí Dios y Salvador.
¡Y ahora Él está trabajando sin parar en mí! A través de Su Espíritu Santo me convence cuando peco, convenciéndome de que me arrepienta.
Cuando aceptamos a Cristo, ¡el universo entero se convierte en nuestro dominio familiar! Nos convertimos en hijos del Dios Creador. En un instante, en ese mismo momento en que confesamos a Dios y nos arrepentimos de nuestra pecaminosidad, y reconocemos a Jesús como Señor de nuestra vida, el mismo Dios Creador cancela Su decreto de condenación contra nosotros en Su Corte—y nacemos de nuevo, hechos una criatura completamente nueva por dentro.
— Fuente: ¿El Espíritu Santo en ti?
Jesús nos da un eterno significado
Nuestra nueva vida, espíritu y alma
Comenzamos la vida eterna en aquel momento cuando el Espíritu Santo de Dios comienza a residir dentro de las entrañas de nuestro cuerpo. El Espíritu Santo, en nosotros, forma parte del misterioso Dios Trino “tres en uno”. Él sella la nueva alianza de Dios prometiéndonos la vida eterna en Cristo.
— Fuente: ¿El Espíritu Santo en ti?
Dios en mí—me da súper fuerza para seguir caminando por Su camino—en lugar de mi camino.
Efesios 3:20 Versión “NTV”
“Y ahora,
que toda la gloria sea para Dios,
quien puede lograr mucho más
de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar
mediante su gran poder,
que actúa en nosotros.”
En la Biblia he descubierto que “soy suficiente“. No soy inadecuado. No soy insignificante. En Cristo soy suficiente—no en mi carne, sino mientras permanezco en Cristo. Todo se trata de Cristo—en mí.
En Cristo soy suficiente. Lo tengo todo, no me hace falta nada, no me falta nada. Estoy listo, firme y capaz porque Dios mismo me hizo más que humano, después de todo.
Tengo todo lo necesario, en mí, para vivir una vida piadosa—por el poder de Dios en mí… desde ese momento en el tiempo durante el cual Dios mismo me hizo una criatura completamente nueva por dentro. El mismo por fuera, nuevo por dentro, pues ahora, en mi alma interior, el Espíritu Santo reside en mí con poder. Eso es lo que sucede a los que verdaderamente aceptan a Jesús como su Salvador.
— Fuente: Yo soy suficiente
Si estás sin Cristo—entonces Teme esto. Teme la ira de un Dios santo. Pero si has aceptado a Jesús con sinceridad y verdad, entonces has nacido de nuevo—y sabes que Él cuidará de ti por toda la eternidad.
Fuente: Miro, oh Dios mío
Miro. Veo. Siento. Pienso. Elijo. Te elijo a ti. Tú eres bueno. Eres maravilloso.
Moriste y resucitaste—por mí. ¿Cómo no voy a seguirte con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente, con todas mis fuerzas? ¿Cómo no voy a esforzarme por amar a mi prójimo tanto como a mí mismo?
Lo haré. Tu Espíritu está dentro de mí.
Te seguiré. Amaré.
Basado en el artículo Feeling Insignificant, publicado en inglés: 17 de septiembre, 2021.
PARA MÁS:
3 de abril, 33 d. C.: Por qué creemos que podemos saber la fecha exacta de la muerte de Jesús . Autor: Andreas Köstenberger / 8 de abril en el Centro de Estudios Bíblicos del seminario Midwestern Seminary
Lo que Dios está haciendo con nosotros aquí en este planeta
Sobrellevando nuestro túnel de las penas
¿Por qué todo mi dolor y tristeza, mi enfermedad y preocupaciones? (en ingles)
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Esperanza en Cristo (solo en ingles)
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Romanos 8:25-28. Esperanza en Cristo
La obra incesante de Dios dentro de ti y de mí
- Creciendo en nuestra nueva vida en Cristo
- La nueva vida en Cristo de cada creyente [Primera parte]
- Explicando la experiencia cristiana básica [Segunda parte]
Cuerpo por Dios (solo en ingles)
Jesús es todo hombre, y todo Dios, para todos los tiempos
Jesús regresará pronto, tal como se fue
El cielo para nosotros—comienza cuando morimos
Miedo a esto (solo en ingles)
Condenado por Dios en la Tierra
Temiendo a Dios con una reverencia llena de temor
Tú tienes un gran valor ante los ojos de Dios. Él se preocupa por ti. Jesús nos animó, diciendo que no nos preocupáramos por la muerte a manos de otro:
4 “ »Queridos amigos, no teman a los que quieren matarles el cuerpo; después de eso, no pueden hacerles nada más. 5 Les diré a quién temer: teman a Dios, quien tiene el poder de quitarles la vida y luego arrojarlos al infierno. Claro, él es a quien deben temer“. – Lucas 12:4-5
Al morir—nos revestimos de inmortalidad
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