¿Qué significa “pelear la buena batalla”?
¿En qué lucha estamos, como creyentes? Por supuesto, si no estamos verdaderamente siguiendo a Cristo, entonces no cambia las cosas de una manera u otra – si luchamos la buena batalla o no
¿Lo conoces a Él?
¡Dios mismo vino a la tierra
como un hombre, Jesús!
….14 Pues, ya que creemos que Jesús murió y resucitó, también creemos que cuando Jesús vuelva, Dios traerá junto con él a los creyentes que hayan muerto.
El amor perdona. Tan simple y sencillamente. Nada menos. ¿Está tu amor actuando, o “fallando”?
1 Pedro 4:8
Lo más importante de todo es que sigan demostrando profundo amor unos a otros, porque el amor cubre gran cantidad de pecados.
Hay que tenerlo: “tener ferviente e inagotable amor”. Tenlo.
¿Lo tienes? ¿Lo entiendes?
Es estupendo mirar atrás en mi vida, examinarme y ver los progresos que he hecho en el desarrollo de mi “yo”. Puedo ver cómo se ha desarrollado mi carácter a lo largo de los años. Me alegro de que así sea. Lo bueno va en aumento. (2 Pedro 1: versículo 8) Y lo malo está disminuyendo (Hebreos 12: versículo 1). Gracias a Dios. Gracias a Dios. Sólo a Dios.
Según la Biblia, sólo hay dos actores principales en todo el universo: Dios Todopoderoso y Lucifer, el ángel más poderoso creado por Dios, que quiso ser Dios y cayó de la gracia de Dios, a menudo llamado “el Diablo”. ¿Estás de acuerdo con Dios? Si no, entonces estás de acuerdo con el Diablo. Es una realidad aterradora.
.. Una vida vivida para Cristo. No es un concurso de popularidad para ver quién es el más simpático. Es una vida que se vive para Cristo – para presentarme ante Dios como habiendo sido “aprobado”. No para mostrar al hombre, sino para mostrar a Dios. Cuando entre en Su reino en Aquel Dia, quiero entrar en Su aprobación por lo que he hecho en la tierra, por el buen fruto que produzco por el poder de Su Espíritu en mí.
¡Hablar con Dios por medio de la oración! Qué privilegio. Un privilegio… por medio de la sangre de Jesús A Dios le costó muchísimo ofrecernos libremente su salvación. A través de sus sufrimientos, hizo posible que fuéramos Sus hijos privilegiados. A Él le costó mucho, y a nosotros también. Jesús hizo posible este privilegio para todos los que vienen a Él—no sólo para algunos, sino para todos los pueblos.
Casi al final de su vida, el apóstol Pablo estaba sentado, incómodo debido a sus cadenas, escribiendo torpemente con su mala vista, en un “escritorio” improvisado en una esquina. Estaba en una celda de la prisión de Roma—sucia, oscura, maloliente, con ratas que corrían y hacían caca a sus pies, mordisqueando.