¿Puedo ser salvo por medio de Dios, y luego perder esa salvación? ¿Hay algún motivo por el cual pudiera perder mi salvación? Si Él me hizo nacer de nuevo, ¿puede Él dejar de hacerme nacer? Pensemos en esto.
Perdiéndolo
Nuestra esperanza está siempre en Cristo, nunca en nuestras fuerzas, nunca en nuestras capacidades, nunca en nosotros mismos. Nuestra esperanza siempre está en Aquel que nos cambió para Sus propósitos. Y Él nunca nos abandonará. Por eso no tengo miedo. Mi salvación no depende de mí. Dios me tiene en Sus manos, y Sus manos son fuertes.