— Un extracto adaptado del artículo: Bienvenido a casa, el infierno
*Alerta de spoiler: El escenario a continuación se trata solo del teatro de Broadway. Pero la historia es verdadera para algunos esta noche.
Imagina: ¿Qué pasa si hoy es tu último día en la tierra?
Y… le has dicho que no a Jesús.
Tu hogar esta noche
Tu hogar esta noche será el infierno. Es un lugar real. De verdad. Hay un lugar…
Cuando esta vida se acabe
y lo hayamos vivido todo para nosotros mismos
no tendremos nada en la eternidad
sino el yo y el yo, eso es todo…
…Está lejos de
donde fluyen las bendiciones de Dios
es malo y peor
nada bueno….
Fuente: Hay un lugar (extracto)
La sombra de la muerte está sobre ti, y
para ti no amanecerá la Luz. (Mateo 4:16)
El Reino de Dios no vendrá a ti. (Mateo 12:28)
Morirás esta noche, cuando falte un minuto para la medianoche.
Aún tienes el día de hoy
Hoy es tu última oportunidad para escoger seguir a Jesús el Salvador. Él es el que da la vida eterna.
ESTE DÍA, el día de hoy: este es tu último día. No habrá un mañana para ti. No habrá una segunda oportunidad. Así que, ¡escucha!
El día de hoy aún no ha terminado. Todavía hay una oportunidad.
Ya que no tienes un mañana,
si dejas pasar ESTE día…
tu oportunidad de elegir la salvación en Cristo (en inglés: Pray for salvation)
habrá expirado contigo, esta noche. 1
No se vale “apartar” tu lugar en el Cielo 2
— Fuente: Bienvenido a casa, el infierno
Temores ficticios
Incluso ahora, con tus temores ficticios y fantasías inventadas, ¿escuchas los vientos que golpean tu cabeza, presagios de la partida final de esta noche? Los ángeles de Dios vienen a llevarte a tu destino final, el infierno.
Esta noche. Satanás se reunirá contigo pronto, como lo prometió. Sospecho que Satanás gobernará tu hogar, el Infierno, con sus inquietos demonios malvados. Los condenados por Dios en la Tierra, por siempre el dolor, por siempre el miedo, por siempre el terror mientras Satanás ruge sus amenazas de degradación y sufrimiento aún por venir, otra vez.
¿No viste la sombra de un gato negro cruzar tu camino, hace un rato, el cuervo en el poste de luz, u oliste el veneno de Abrus precatorius o arecolina (publicados en inglés) u otros presagios de muerte? Ha llegado tu día.
No se vale apartar
Una vez que estés muerto y te hayas ido sin Cristo,
no habrá primeros derechos
—ni segundos derechos,
ni segundas oportunidades,
no hay derecho alguno,
sin privilegios,
no se puede demandar de Dios,
ningún derecho de retención que pueda demandar,
ninguna demanda insistente,
ninguna demanda incesante que puedas hacer,
ni siquiera una,
ninguna súplica,
ningún privilegio para nadie,
ningún rango del que tirar,
ninguna importunidad,
ningún engatusamiento.
Un montón de “si tan sólo”
Una vez en el infierno habrá, me imagino… un montón de “si tan sólo hubiera escuchado….”
“si tan sólo hubiera hecho esto o aquello…”
Última oportunidad
Mañana sólo tendrás
arrepentimientos,
gritos de horror y pérdida,
en lo más profundo de tu estómago—como el dolor de un golpe en el estómago,
remordimiento como un puñetazo en el riñón,
dolor como nunca antes había existido,
una pena tan profunda como un océano.
Tal vez algún tonto pomposo que esté a tu lado en la fosa dirá de la nada mientras su ángel lo baja,
“Ahora, espera un segundo aquí…”
Pero lo dudo. ¿Confianza y afirmaciones pomposas? Ni una oportunidad en el infierno—no para los desanimados ciudadanos del infierno.
Sólo habrá dolor y tristeza, lágrimas, desesperanza, desesperación, puro terror todo el tiempo.
La realidad de Dios lo consumirá todo. Los aromas que chocan con tus sentidos se apoderarán de tu alma—incluso antes de que seas liberado en el Infierno. Es permanente. No hay forma de escapar del Infierno, no hay sentencia conmutada, no hay favores políticos, no hay liberación anticipada, no hay libertad condicional.
“Vete al infierno”.
El Juez Todopoderoso ha hablado, y Él te ha dicho, mientras estabas de pie para la sentencia: “Vete al infierno”. Esa será la más grave condena de Dios que jamás oirás. Lo oirás sólo una vez.
Entonces, ¿qué hay de una verdadera condena de Dios? En contraste con una condena por una persona: ¿Cómo es una condena de Dios? ¿Cómo será estar ante el Dios Creador en el Día del Juicio Final, y recibir Su ira? Es algo en lo que hay que pensar realmente. ¿Puedes sentir la finalidad de todo en ese momento?
Una persona puede condenarte, pero, ¿qué va a hacer eso? No mucho. Sin embargo, en Aquel Día del Juicio Final, una maldición de Dios es:
para siempre malo, para siempre implacable, nunca cambiable—es permanente en el universo. Una condena de Dios declarada por Dios mismo hará que el corazón humano se estremezca como una gacela atrapada en las fauces del león.
— Fuente: Condenado por Dios
¿Puedes sentir la finalidad de todo en ese momento?
Hoy
¿Quieres estar preparado para encontrarte con tu Creador—y escapar del pozo del infierno—hoy?
Hoy es tu día para reconsiderar tu vida
Todos tus mañanas se han ido.
* El escenario anterior es sólo el teatro de Broadway. Pero la historia es cierta para algunos esta noche.
— Un extracto adaptado de: ¡BIENVENIDO A CASA!—Al Infierno
Basado en el artículo Today is your last day — and Hell is home tonight, publicado en inglés: 4 de abril, 2022.
PARA MÁS:
La realidad para nosotros ahora
Yo, cuando muera, todavía en pecado
Dios hablando (en inglés: God Speaking)
¡BIENVENIDO A CASA! —Al Infierno
Ora por la salvación (en inglés: Pray for salvation)
Así que, Dios envió a Su Hijo al mundo. ¿Sabes por qué? (en inglés: So, God sent His Son into the world. Do you know why?)
Bienvenidos al programa, ¡Lo que hay detrás de la puerta! ¡Las apuestas son realmente gigantescas!
- expirar: Acabar la vida. – Real Academia Española
- “dibs” (en el inglés original de este artículo) es una frase de argot popular en Estados Unidos que se utiliza para referirse a la reclamación o al primer derecho sobre algún objeto. El único problema: Una persona tiene que pronunciar el término o llamar “dibs” antes que nadie para poder defender esa reclamación.
Deja un comentario