¡Hablar con Dios por medio de la oración! Qué privilegio.
Un privilegio… por medio de la sangre de Jesús
A Dios le costó muchísimo ofrecernos libremente su salvación. A través de sus sufrimientos, hizo posible que fuéramos Sus hijos privilegiados. A Él le costó mucho, y a nosotros también. Jesús hizo posible este privilegio para todos los que vienen a Él – no sólo para algunos, sino para todos los pueblos.
Algunos lo rechazan toda su vida (Hebreos 4:6). Esa es su elección. La oferta de la gracia a través de la fe – es una elección que todos debemos hacer: recibirlo o rechazarlo. ¿Has aceptado la salvación en Cristo? Tu oración de arrepentimiento y aceptación de Jesús como Señor y Salvador… es la mejor oración que jamás harás.
La venida de Cristo a la tierra cambió todo para nosotros. Su muerte y resurrección de entre los muertos nos da este privilegio de orar a Él, y recibir su perdón por nuestros pecados. Es un perdón para siempre. La mejor oferta que jamás recibirás. Y está garantizado por el Único Dios del Universo.
Las fronteras del Cielo son abiertas por medio del arrepentimiento
No puedes cruzar las fronteras del Reino de Dios y entrar libremente en el Cielo. Debido a la caída del hombre, porque somos pecadores – Dios tiene fronteras cerradas. No puede haber pecado en el Reino del Dios Santo.
En eso consiste el regalo de Dios: Jesús abre las fronteras del cielo a todos los pecadores que se vuelven a Él arrepentidos – con sinceridad de corazón.
Dios está disponible para todos. Él llama a todos los pueblos a venir y seguirle. Y, en el mismo momento en que lo aceptamos como Salvador – somos hechos completamente nuevos, se nos da acceso al otro lado como ciudadanos legales. Entonces tenemos todos los derechos que Él nos da como hijos del Reino que llamamos Cielo. Nos convertimos en sus herederos. Herederos de Dios. ¡Qué privilegio!
En una familia, todos tus hijos son “hijos de privilegio”. Por el mero hecho de que son exclusivamente tuyos, tu progenie, tu descendencia, tus hijos, incluso tus hijos adoptivos – reciben todo tu amor y cuidado. Lo mismo para la familia exclusiva de Jesús.
Cuando una persona nace de nuevo “desde lo alto”, se le concede la entrada legal, se le da un pasaporte legal al Cielo, por así decirlo. En ese momento preciso el condenado es liberado, el vil pecador es hecho nuevo por dentro – y una vida completamente nueva comienza. Y esta nueva vida es una vida nueva para siempre.
El perdón para siempre que Dios nos da
resulta en
una vida nueva para siempre.
Como con cualquier amistad – seguir a Jesús es una elección. Elige dejar tu propio camino y seguir el de Él. “El que quiera… puede venir”. – Fuente: Esperanza en Cristo (en inglés: Hope in Christ)
15 para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Mientras estamos en la tierra, nuestro privilegio es espiritual. Con la nueva vida en Cristo, somos espiritualmente perdonados y hechos espiritualmente puros en nuestro espíritu. A través de Jesús obtenemos un privilegiado acceso directo al Trono de Dios.
Se nos permite venir directamente a Su Presencia por fe, con confianza para decir lo que pensamos, compartir nuestros pensamientos, compartir nuestros problemas, pedirle Sus bendiciones, pedirle bendiciones para otros, y aprender de Él. Comenzamos a aprender cómo mantener nuestra alma limpia – nuestras acciones limpias, nuestros pensamientos limpios… todo lo que somos y hacemos – limpio para Él. PARA LEER MÁS: Colosenses 3:1-17
Pues solo los que creemos podemos entrar en su descanso. – Hebreos 4:3
Cuando oramos, llegamos a Su presencia “espiritualmente” (Hebreos 6:19; Hebreos 10:19). Podemos orar a Dios, y Él promete escucharnos, aunque estemos limitados por estos cuerpos físicos mientras estamos en la tierra.
- Diariamente, nuestra oración debería ser:
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mí. – Salmo 51:10
- Cuando confiamos en Él, nuestro espíritu está confiado:
En cuanto oro, tú me respondes; me alientas al darme fuerza. – Salmo 138:3
- Estamos espiritualmente cada día si lo esperamos, buscamos y tenemos nuestra esperanza en Él (en inglés: Hope in Christ):
En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán. – Isaías 40:31
- Nuestras prioridades cambiarán conforme crecemos en Él y conocemos Sus caminos:
Aparta mis ojos de cosas inútiles y dame vida mediante tu palabra. – Salmo 119:37
Cambiados progresivamente (Romanos 12:2)
La vida que vivimos después de nacer de nuevo – es una vida en constante maduración donde somos “transformados y cambiados progresivamente”. El Espíritu Santo está ahora dentro de nosotros para guiarnos y darnos poder para caminar conforme a lo que decimos.
Ya sea con pasos de un bebé hacia adelante, experiencias de tropiezo-caída-arrepentimiento, o saltos gigantescos hacia adelante, nuestra vida espiritual en Cristo crece (madura) a medida que aprendemos a ceder nuestros caminos a Él y a Sus caminos, a medida que aprendemos continuamente a seguirlo con todo nuestro ser.
Me examino con frecuencia y me pregunto: ¿Qué fluye de mi alma? A medida que todo nuestro corazón (lo que somos por dentro) se rinde diariamente a Él – aprendemos más y más, y nos conformamos más y más a Él en lugar de al mundo.
Sé conformado a la Palabra de Dios
Como un niño pequeño, aprendemos a caminar nuestra nueva vida espiritual en Cristo. Aprendemos a levantarnos de nuevo cuando tropezamos y caemos. Pero no nos quedamos tambaleando 1 como un niño pequeño.
Como un bebé, crecemos y nos hacemos más fuertes, más maduros en nuestros comportamientos. Imitamos a Cristo. Lenta pero seguramente, lo que hay dentro de nosotros cambia y actuamos cada vez más como actuaría Cristo (lo que llaman “santificación”). Nuestros pasos empiezan a seguirle cada vez más de cerca.
2 No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta. – Romanos 12:2
El mejor privilegio de todos los privilegios
Qué privilegio es el que Dios nos ha dado. El privilegio mediante Su gracia para entrar a la presencia de Dios por medio de la oración.
El privilegio de los privilegios es nuestra salvación en Cristo. Es un privilegio que queremos compartir con todos los que nos rodean, para que ellos también puedan convertirse en hijos del Rey, en parte de la familia de Cristo.
Himno: ¡Oh qué amigo nos es Cristo!
¡Oh qué amigo nos es Cristo!
Él llevó nuestro dolor,
Él nos manda que llevemos
Todo a Dios en oración.
¿Vive el hombre desprovisto
de paz, gozo y santo amor?
Esto es porque no llevamos
todo a Dios en oración.
Basado en el artículo What a privilege God gives us, publicado en inglés: 21 de febrero, 2021.
PARA MÁS:
Himno: ¡Oh qué amigo nos es Cristo!
El privilegio de mi existencia
Especies privilegiadas – la película (en inglés: Privileged Species – The Film)
Legalmente condenado – legalmente perdonado
Desarrollando el carácter (publicando en inglés: Developing Character)
- dle.rae.es/tambalear?m=form: Dicho de una persona o de una cosa: Moverse a uno y otro lado, como si se fuese a caer.
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