Salvarse es absolutamente necesario para cada uno de nosotros, humanos insignificantes. ¿Por qué? Porque Dios es Santo, y nosotros no (Isaías 53:6). ¿Lo has pensado alguna vez? Somos lo contrario de santos. Somos abyectamente impíos. Viles cuando se nos pone a la luz. Levanta la mano si crees que no tienes pecado (eres santo).
Llega un momento en el cual tienes que decidir representar a Jesús, o negar a Jesús
Llega el momento de representar a Jesús, o negar a Jesús. ¿Estás totalmente entregado a Jesús? ………