Cuando una persona acepta a Cristo como Salvador y Señor, nos bautizamos. Un proceso de transformación comienza.
¿Te sientes insignificante?
“… 3 Mediante su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud. Todo esto lo recibimos al llegar a conocer a aquel que nos llamó por medio de su maravillosa gloria y excelencia; 4 y debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas…”