
Para el creyente – la muerte es el portal del Cielo. «Aunque mueras, vivirás», dijo Jesús. Esa es la promesa de Jesús a aquellos que sinceramente lo aceptan como su Salvador y Señor personal.
He tratado de encontrar un consuelo…
(en inglés: It’s comin’ round the corner!)
Para el que no es creyente – la muerte es el portal a una cita instantánea con El Juez. Dios no es un pequeño juez por quien se ha votado. Como Creador de todo lo que existe, Él tiene todo el poder. Se convirtió en el último e inevitable Juez de Sus seres creados: nosotros en la tierra.
En el principio
Dios (Elohim) creó
[formando de la nada]
los cielos y la tierra.
– Génesis 1: versículo 1
Y ahíiiiii vamos de nuevo, día tras día, viviendo como Sus seres creados, en la tierra, rodeados de Su creación, Su universo, rindiéndole cuentas a Él como nuestro Creador. Jesús dijo: «…¿Crees esto?».1 Y esa es la pregunta esencial. ¿Le crees a Jesús? De acuerdo a tu respuesta (1) «perecerás», o, (2) vivirás para siempre con Él en un Reino que Él preparó para nosotros. Jesús quiere que vivas.
25 Jesús le dijo:
—Yo soy la resurrección y la vida.
El que cree en mí
vivirá aun después de haber muerto.
26 Todo el que vive en mí y cree en mí
jamás morirá.
¿Lo crees, Marta?
– Juan 11:25-26 2
Hay un «si» en esta promesa de Jesús. Si crees en mí. Esa es la clave en la promesa de Jesús.
Para «no perecer jamás» – debes poner tu fe en Jesús.
«7 Así que no te sorprendas
cuando digo:
“Tienen que nacer de nuevo”»
– Juan 3: versículo 7
El «si» al que Jesús se refiere es el creer en Él: «El que cree en Mí [como Salvador] (se adhiere a Mí, confía en Mí, se apoya en Mí)….».
Juan 11:25-26 Dios Habla Hoy (DHH)
25 Jesús le dijo entonces:
—Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; 26 y todo el que todavía está vivo y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?
No dejes que la amenaza de la muerte – el dolor, el pesar y la angustia… aparten tus ojos de Jesús. En medio de todo lo que se nos eche encima en esta vida – Su promesa es que Él nos tiene en Sus manos: nuestro hoy, nuestro mañana (nuestro futuro), y nuestra próxima vida.
Viene un día cuando la muerte misma será derrotada:
13 El mar entregó sus muertos, y la muerte y la tumba también entregaron sus muertos; y todos fueron juzgados según lo que habían hecho. 14 Entonces la muerte y la tumba fueron lanzadas al lago de fuego. Este lago de fuego es la segunda muerte. 15 Y todo el que no tenía su nombre registrado en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. – Apocalipsis 20:13-15 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Esta es la historia de la muerte. Pero para el cristiano hay una historia de vida eterna. No debemos temer a la muerte, porque la tumba no puede retenernos. Nuestra alma nunca es enterrada. En el momento en que morimos – nuestra alma es escoltada a la presencia misma de Dios.
7 Pues vivimos por lo que creemos y no por lo que vemos. 8 Sí, estamos plenamente confiados, y preferiríamos estar fuera de este cuerpo terrenal porque entonces estaríamos en el hogar celestial con el Señor. 9 Así que, ya sea que estemos aquí en este cuerpo o ausentes de este cuerpo, nuestro objetivo es agradarlo a él.
[Lee el contexto completo: 2 Corintios 5:1-9]
¿Qué miedo hay a la muerte si en el instante en que «morimos» – en ese instante estamos de repente con el Señor? ¡No hay miedo en eso! Por eso Jesús dijo, «vivirá aun después de haber muerto». Morir” es terminar con esta vida. Pero si, sin pausa, pasamos a la otra vida, ¿qué muerte es esa? Ninguna muerte. [Para más información sobre el «tiempo»: Continuo infinito intemporal]
“ LBLA versículo 26:
Y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?”
“ BLPH versículo 26:
… y ninguno de los que viven y tienen fe en mi morirá para siempre. ¿Crees esto?”
Nuestro cuerpo muere, pero nuestro espíritu y alma no. Para todos nosotros, el tiempo es sólo tiempo terrenal. La próxima vida cambia todas las cosas.
Nuestra alma nunca es enterrada
Una «muerte» donde todo lo que hacemos es perder nuestro cuerpo – no es «muerte» en absoluto. Nosotros «no nos perdemos, sino que tenemos vida eterna». Cuando nuestro cuerpo muere, nuestra alma y espíritu están inmediatamente con el Señor, al instante (2 Corintios 5:8).
1 Corintios 15:54-58
54 Entonces, cuando nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos que nunca morirán, se cumplirá la siguiente Escritura:
«La muerte es devorada en victoria.
55 Oh muerte, ¿dónde está tu victoria?
Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?».
56 Pues el pecado es el aguijón que termina en muerte, y la ley le da al pecado su poder. 57 ¡Pero gracias a Dios! Él nos da la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de nuestro Señor Jesucristo.
58 Por lo tanto, mis amados hermanos, permanezcan fuertes y constantes. Trabajen siempre para el Señor con entusiasmo, porque ustedes saben que nada de lo que hacen para el Señor es inútil. [Lee todo 1 Corintios 15 para ver el contexto.]
Cuando la muerte está a las puertas de mi alma (con lo que quiero decir: …a punto de suceder, tal vez) entonces nuestra fe en Jesús nos sostiene. Date cuenta de que la muerte es sólo una puerta. Podemos orar algo así:
“Oh Dios mío, mi querido, querido Padre Dios (Abba Padre) – estoy listo. Gracias porque mis pecados se han ido (ido, ido, ido, ido…), se han ido para siempre, perdonados porque sufriste y moriste y volviste de entre los muertos – victorioso sobre el pecado y la muerte.
Lo confieso una y otra vez, porque una y otra vez recuerdo cuán misericordioso eres con todos los pecadores que se arrepienten: Soy tan indigno de tu amor. “Yo creo. Ayúdame en mi incredulidad“. Perdóname y hazme tan limpio como lo pueda ser. Gracias porque me has declarado hijo tuyo y has escrito mi nombre en el Libro de la Vida.
Gracias porque me recibirás con amor y total aceptación. Puede que sea pronto. Puede ser en este instante. Qué alegría será la mía cuando finalmente cruce … a tu misma presencia, a tu Reino Real de los Cielos.
Estoy listo si quieres llevarme a Casa”.
Hay mucho fracaso en el mundo: un fracaso en creer en Jesús como Salvador. Debemos mantener nuestros ojos en Él en medio de todo. Sean cuales sean las pruebas que se nos presenten, sólo Él es nuestra esperanza. Ya sea aquí o allá – ya sea que nos quedemos o nos vayamos… sólo en Él tenemos un futuro.
«Porque soy recto, te veré;
cuando despierte, te veré cara a cara
y quedaré satisfecho.»
– Salmo 17:15
Basado en el artículo Even if you die, you will live,
publicado en inglés: 11 de abril de 2020.
PARA MÁS:
Para el creyente, la muerte es el portal del Cielo. «Aunque mueras, vivirás», dijo Jesús. Esa es la promesa de Jesús a aquellos que sinceramente lo aceptan como su Salvador y Señor personal.
He tratado de encontrar un consuelo…
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¡Viene a la vuelta de la esquina! (publicado en inglés: It’s comin’ round the corner!)
Nuestro morir y nuestra muerte
La muerte no era más que una puerta
- Juan 11:25-27
- LBLA versículo 26:
“Y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?”
BLPH versículo 26:
“… y ninguno de los que viven y tienen fe en mi morirá para siempre. ¿Crees esto?”
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