
Fuente: Basado en parte del artículo ¿Dios es libre?
La Biblia enseña que Dios no puede cambiar. Esto se enseña en los siguientes versículos.
- Malaquías 3:6 – «Yo soy el Señor y no cambio. Por eso ustedes, descendientes de Jacob, aún no han sido destruidos».
- Números 23:19 – «Dios no es un hombre; por lo tanto, no miente. Él no es humano; por lo tanto, no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?».
- Isaías 31:2 – «En su sabiduría, el Señor enviará una gran calamidad; no cambiará de parecer. Se levantará contra los malvados y contra quienes los ayudan».
- Salmo 33:11 – «Pero los planes del Señor se mantienen firmes para siempre; sus propósitos nunca serán frustrados».
- Isaías 46:10 – «Solo yo puedo predecir el futuro antes que suceda. Todos mis planes se cumplirán porque yo hago todo lo que deseo».
- Hebreos 6:17 – «Dios también se comprometió mediante un juramento, para que los que recibieran la promesa pudieran estar totalmente seguros de que él jamás cambiaría de parecer».
- Santiago 1:17 – «Todo lo que es bueno y perfecto es un regalo que desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos. Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento».
- Hebreos 13:8 – «Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre». Jesús es Dios (Apocalipsis 1:8, 17; Isaías 9:6; Juan 8:58 con Éxodo 3:14; Colosenses 1:5; 2:9; 2 Pedro 1:1; Juan 1:1). (2)
La Biblia también enseña que Dios no cambia de opinión:
- Números 23:19 – «Dios no es un hombre; por lo tanto, no miente. Él no es humano; por lo tanto, no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?»
- Isaías 31:2 – «En su sabiduría, el Señor enviará una gran calamidad; no cambiará de parecer. Se levantará contra los malvados y contra quienes los ayudan». (3)
Hay versículos de las Escrituras en los que parece que Dios cambia de opinión. Pero si los leemos con atención, vemos que en realidad Dios no cambió de opinión. Por ejemplo:
- Génesis 6:6 – parece que Dios cambia de opinión: «Entonces el Señor lamentó haber creado al ser humano y haberlo puesto sobre la tierra. Se le partió el corazón». Génesis 18:23: «Abraham se le acercó y dijo: —¿Destruirás tanto al justo como al malvado?» (2) Ibíd. En este pasaje, parece que Dios va a destruir a Sodoma y Gomorra debido a su homosexualidad. Génesis 18:20 dice: «Así que el Señor le dijo a Abraham: —He oído un gran clamor desde Sodoma y Gomorra, porque su pecado es muy grave…». Entonces Abraham respondió a Dios y dijo en Génesis 18:24-33: si encuentro en Sodoma a cincuenta justos, entonces tú, Dios, no destruirás la ciudad. Y Dios dijo «sí». Entonces Abraham cambió el número a 45, luego a 40, luego a 30, luego a 20 y finalmente a 10, con la esperanza de que Dios no destruyera la ciudad. Y Dios le dijo a Abraham en Génesis 18:32 que si encontraba 10 personas «justas», no destruiría la ciudad.
Así que parece que Dios cambió de opinión. Pero en Génesis 19:24 nos enteramos de que Dios destruyó la ciudad. Dios conoce todas las cosas (1 Juan 3:20) y sabía que no había ni siquiera 10 justos en Sodoma, pero permitió que Abraham le preguntara de todos modos, mostrando a Abraham su paciencia con él (2 Pedro 2:9) y su misericordia con Sodoma (Deuteronomio 4:31; Efesios 2:4, 5).
Vemos que Dios no cambió de opinión. Por ejemplo, incluso en el Nuevo Testamento, la homosexualidad sigue siendo incorrecta, como se ve en 1 Corintios 6:9.
- Jonás 3:10 – parece que Dios cambia de opinión: «Cuando Dios vio lo que habían hecho y cómo habían abandonado sus malos caminos, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción con que los había amenazado». En Jonás 1:2 vemos que Dios va a destruir la ciudad de Nínive y dice: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente». Así que Jonás tomó un barco que iba a Nínive, pero decidió que quería ir en otra dirección porque tenía miedo de los ninivitas y de lo que había oído sobre ellos (Jonás 1:12-17). Pero cuando fue arrojado por la borda y pasó tres días en el estómago del gran pez, cambió de opinión y finalmente fue a Nínive para profetizar contra ellos. Al escuchar este mensaje de Dios, los ninivitas se arrepintieron (Jonás 3:5) y Dios no los destruyó. Sin embargo, es interesante señalar que más tarde, en el año 612 a. C., la ciudad fue destruida por los medos y los babilonios, tal y como se describe en Nahúm 1:14; 2:6-11; 3:19; y Sofonías 2:13-15. Así que, en este caso, parece que Dios cambió de opinión, pero en realidad no lo hizo. Solo iba a destruir la ciudad si no se arrepentían. Pero lo hicieron.
- Génesis 2:2-3 – parece que Dios cambia de opinión: «Cuando llegó el séptimo día, Dios ya había terminado su obra de creación, y descansó de toda su labor. 3 Dios bendijo el séptimo día y lo declaró santo, porque ese fue el día en que descansó de toda su obra de creación». El séptimo día se considera un día de descanso. Era sábado. La palabra griega σάϐϐατον significa «descanso, paz, tranquilidad, refrigerio». La palabra aparece en el Salmo 95:10-11 y en Hebreos 4:9-11, donde se habla de «entrar en el reposo». En Éxodo 20:8-12 vemos que era parte de los mandamientos santificar el séptimo día como un día de descanso. Ahora bien, cuando Jesús resucitó de entre los muertos y se apareció a muchos, fue el primer día de la semana, el domingo (Juan 20:1). Y en el Concilio de Laodicea (364 d. C.) se decidió que el sábado se cambiaría por el domingo. Los versículos bíblicos que hablan del domingo son Juan 20:19; Hechos 20:7; 1 Corintios 16:2; Colosenses 2:16-17; y Romanos 14:5. Así que, de nuevo, podría parecer que Dios cambió de opinión. Pero no es así.
El día de reposo: ¿hubo algún cambio en esa cuestión?
En cuanto al día de reposo y al significado de la palabra en griego, significaba eso – «descanso». Todos los mandamientos que se encuentran en Éxodo 20 (excepto Éxodo 20:8-10, relativo al séptimo día) aparecen en el Nuevo Testamento. Está Mateo 14:33, relativo al culto, y Mateo 15:4, que reproduce Éxodo 20:12, que dice: «honra a tu padre y a tu madre». Y está el mandamiento contra el adulterio (Éxodo 20:14) que se encuentra en Mateo 5:32. Además, 1 Juan 3:15 afirma que los asesinos no tienen vida eterna, que es el mandamiento de Éxodo 20:13: no matarás.
En Mateo 12:1-8, Jesús se enfrenta a los fariseos que acusan a sus discípulos de recoger espigas de trigo en sábado. Pero según Deuteronomio 23:25, era legal recoger granos y comerlos para saciar el hambre en sábado. Al final de este pasaje, Jesús dice: «Pues el Hijo del Hombre es Señor, ¡incluso del día de descanso!» (Mateo 12:8).
Así que vemos que Dios no cambió de opinión sobre el día de descanso. El primer día de la semana sigue siendo un día de descanso, ya que Jesús se levantó de la tumba y resucitó ese día.
- Éxodo 32:14 – «Entonces el Señor cambió de parecer en cuanto al terrible desastre con que había amenazado destruir a su pueblo» (4). En Éxodo 32:1-10 vemos que Moisés tardó en bajar del monte Sinaí durante cuarenta días, mientras los israelitas lo esperaban. Así que decidieron acudir a Aarón y le pidieron que les hiciera dos becerros de oro para adorarlos, alegando que ellos los habían sacado de Egipto. Al enterarse de esto, Dios le dijo a Moisés que bajara inmediatamente. Mientras tanto, Dios había visto lo que Israel había hecho y, en Su ira y dolor, dijo en el versículo 10 que los consumiría y formaría una gran nación a partir de la descendencia de Moisés. Pero Moisés se arrepintió por parte del pueblo de Israel (vs. 11-13) y se declaró lo escrito en Éxodo 32:14. Así que vemos aquí de nuevo que Dios no cambió de opinión. Se llevó a cabo el arrepentimiento (Hechos 17:30; 2 Corintios 7:10; Hechos 3:19) y lo que lo siguió fue la gracia (Hebreos 4:16; 12:15; Efesios 4:7; Romanos 4:16; 5:20-21).
Basado en el artículo God never changes. Never has. Never will.,
publicado en inglés: 24 de noviembre de 2008.
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