Ateismo
Niega la existencia de un Dios personal
Argumentos
El ateismo dice que Dios no existe. Ellos contienden que Dios no existe ni en el mundo (como el Panteísmo) ni fuera del mundo (como el Deísmo). Ellos ofrecen su propia cosmovisión positiva de la cual se llaman el humanismo, el materialismo, el naturalismo o el positivismo.
Existen varias formas del ateismo. Los ateos teóricos normalmente se dividen en tres grupos:
- Ateos dogmáticos: niegan rotundamente la existencia de Dios.
- Ateos escépticos: dudan que el ser humano tenga la capacidad de determinar si Dios existe o no.
- Ateos críticos: no hay prueba para la existencia de Dios.
Otras maneras de expresarlo es decir que hay ateos tradicionales quienes creen que Dios no estaba, no es, ni será (como Jean-Paul Sarte). Hay otros ateos mitológicos (como Nietzsche) quienes creen que el mito-Dios vivió pero este mito murió y ya no funciona. Más tarde Tomas Altizer propuso el ateo dialéctico quien afirma que una vez Dios estaba vivió pero murió en la encarnación y la crucifixión de Cristo y ha pasado tiempo hasta ahora para darnos cuenta de ello. Finalmente existe el ateo semántica o lingüístico (como Pablo Van Buren) quien dice que el “lenguaje religioso” ha pasado de moda y que no hay ningún sentido cognito para usar este lenguaje hoy.
Nadie nace ateo. Las personas escogen hacerse ateos tanto como escogen hacerse cristianos. Y no importa que tan vigorosamente algunos lo nieguen, el ateismo es un sistema de creencia. Requiere fe que Dios no existe.
Al dialogar con ateos, es provechoso señalar los problemas lógicos inherentes en su sistema de creencia. Si tienes éxito en mostrarle a un ateo el resultado natural de sus afirmaciones y razones básicas, tu estas en una mejor posición para compartir el evangelio con el.
……II. Principios Básicos del Ateismo:
- Algunos ateos, como Bertrand Russell, argumentan que si todo necesita una causa entonces Dios también necesita una causa. En otras palabras, la causalidad se lleva a un regreso infinito.
- Otros ateos, como Jean-Paul Sarte, dicen que Dios debe ser una causa auto-causada porque toda causa necesita una causa.
- El argumento de J.N. Findlay es lo siguiente: declaraciones en cuanto a existencia no son necesarias, Así que, si la única manera en que un Dios personal puede existir es la misma manera de lo cual no puede existir, entonces la existencia de Dios es imposible. Esto se llama la refutación antológica de Dios.
- El argumento de Pierre Bayle empieza con la declaración que la maldad existe. Sí existe un Dios todopoderoso, el podría destruirla. Y si existiera un Dios todo bondadoso el seguramente la destruiría. Pero, la maldad sigue existiendo entonces esto nos lleva a varias conclusiones (1) Dios es impotente y no puede destruirla; (2) Dioses malévolo y no quiere destruir la maldad; (3) Dios es tanto impotente como malévolo; o (4) Dios no existe.
- El argumento que un Dios omnipotente es una contradicción porque si existiera pondría crear una piedra más grande que el mismo.
- Ludwing Feuerbach dijo que “la naturaleza de Dios es nada mas que una expresión de las emociones” porque “el objeto del sujeto es nada mas que la naturaleza del hombre sacado objetivamente”. Dios es solo una proyección de la imaginación humana.
- Este argumento habla del sufrimiento de los inocentes. Dice que un Dios todo bondadoso, omnipotente y omnisciente no permitiría el sufrimiento de gene inocente.
Pero como hay gente inocente que sufre, Dios no existe. Incluso una injusticia en el mundo seria un argumento en contra de la existencia de un Dios que es justo.
III. Críticas de los argumentos
- La causalidad no tiene que llegar a un regreso infinito. Tomas Aquino creyó que solo seres finitos, cambiables y dependientes necesitan una causa. Según su principio, todo termina con la primera causa no causada de todos los seres finitos. Este Ser no causado seria Dios.
- La causalidad no tiene que llegar a un Ser no causo a sí mismo. La verdad es que solamente seres finitos y dependientes necesitan una causa. Esta causa seria un Ser infinito y necesario que no necesita una causa.
- La refutación antológica de Dios es auto-destructivo. Si argumentos sobre la existencia no son necesarios, entonces no es necesario decir que “Dios no existe”. Y si afirmaciones negativas como “Dios no existe” son aceptables entonces se puede hacer afirmaciones positivas como “Dios existe”.
- El dilema de Bayle es inválido. Primero, asume que Dios no ha hecho nada para vencer la maldad. Pero la Biblia dice que la maldad fue vencida por Cristo en la cruz. Segundo, asume que si la maldad no ha sido destruida hasta ahora nunca será destruida. Pero el teísta puede discutir que Dios destruirá la maldad cuando Cristo vuelva. El teísta puede sostener que un Dios todo bondadoso y omnipotente vencerá la maldad. Pero debido a que la maldad sigue, su fin aun no allegado. Vendrá en el futuro. Esto es porque Dios por su naturaleza la destruirá.
- La inhabilidad para hacer lo imposible no refuta la existencia de un Dios omnipotente. Los únicos límites que Dios tiene son los límites de su propia naturaleza. Y tampoco puede hacer una piedra más grande que si mismo porque esto también va en contra de su naturaleza.
Dios no puede ser solo una proyección de la imaginación humana. La única manera en que alguien podría saber que Dios es nada más que una proyección de la imaginación es saber masque estas proyecciones. O sea, tendría que saber masque lo que hay en su propia conciencia y su imaginación. El sufrimiento inocente no elimina el teísmo. Primero, es posible que todo sufrimiento sea merecido y que solo por la misericordia de Dios el hombre no sufre más de lo que merece. Segundo, se puede discutir que un poco de sufrimiento “inocente” es bueno porque es una precondición necesaria para lograr el dolor, la maldad y el sufrimiento pueden llevarnos a un último y mayor bien. Tercero, la última injusticia exige un último estandarte de justicia. Este hecho nos lleva a un Dios quien es el último estandarte de justicia fuera del mundo.
…..IV. Algunas conclusiones
- No debe asumir que Dios existe para refutar su existencia.
- Los argumentos ateos son reversibles p
ara mostrar la existencia de Dios. - El ateismo no tiene ninguna explicación adecuada para preguntas básicas sobre la metafísica.
V. Argumentos prácticos
- “No hay Dios”. Algunos ateos categóricamente declaran que no hay Dios y todos los ateos, por definición, así lo creen. Y sin embargo, esta afirmación es lógicamente indefendible. Una persona tendría que ser omnisciente y omnipresente para poder decir de su propio recurso de conocimiento que no hay Dios. Solamente alguien que sea capaz de estar en todo lugar el mismo tiempo- con un conocimiento perfecto de todo lo que hay en el universo- puede hacer tal declaración basada en los hechos. Para decirlo de otra manera, una persona tendría que ser Dios para decir que no hay Dios. Este punto puede recalcarse vigorosamente preguntándole al ateo si jamás ha visitado La Biblioteca Nacional de España en Madrid. Mencione que la biblioteca en la actualidad contiene más de un millón de volúmenes de libros. También indique que centenares de miles de estos fueron escritos por eruditos y especialista en varios campos académicos. Entonces haga la siguiente pregunta: “¿Qué porcentaje de este conocimiento colectivo registrado en estos volúmenes en esta biblioteca están dentro de los recursos de su conocimiento y experiencia?” El ateo probablemente contestara, “No sé. Quizás una fracción de un por ciento. “Entonces puede preguntarle.” ¿Cree Usted que es lógicamente posible que Dios exista en el 99.9 % que queda afuera de los recursos de su conocimiento y experiencia?” Aun si el ateo rehúsa admitir la posibilidad, usted ha logrado su objetivo y él lo sabe.
- “No creo en Dios porque hay tanto mal en el mundo.” Muchos ateos consideran el problema del mal como una prueba irrecusable de que Dios no existe. A menudo dicen algo como: “Yo sé que no hay Dios porque si existiera, nunca hubiera permitido que Iltre. asesinara a seis millones de judíos.” Un buen enfoque a una razón como esta es decir algo como lo “Puesto que usted sometió el asunto, la responsabilidad queda en usted de probar que en realidad el mal existe el mundo. Permítame entonces preguntarle: ¿Por cuales criterios juzga usted que algunas cosas son males y que otras no son malas?” El ateo quizás conteste con evasivas diciendo: “Yo solo sé que hay cosas que son malas. Es obvio. “No acepte tal respuesta evasiva. Insista en que le diga como sabe que algunas cosas son malas. Debe forzarle de que él luche con esto por unos momentos, indíquele que es imposible distinguir el mal del bien a menos de que tenga un punto infinito de referencia que sea absolutamente bueno. De otra manera una persona es como un barco sin compás en el mar durante un noche nublada (i.e., no habría manera de distinguir el norte del sur sin el punto absoluto de referencia de la aguja del compás). La referencia infinita para distinguir el bien del mal solo se puede encontrar en la persona de Dios, porque Dios solo puede agotar la definición del “bien absoluto.” Si Dios no existe, entonces no hay absolutos morales por los cuales uno tiene el derecho de juzgar algo (o alguien) como ser malo. Más específicamente, si Dios no existe, no hay una base máxima para juzgar los crímenes de Hitler. Comprendida por esta luz, la realidad del mal realmente requiere la existencia de Dios, más bien que refutarla. En este punto, el ateo quizás puede hacer la objeción que si Dios en realidad existe, entonces, ¿por qué no ha tratado con los problemas del mundo? Usted puede desarmar la objeción al indicar que Dios esta tratando con el problema del mal, pero de una manera progresiva. La falsa suposición de parte del ateo es que la elección de dios para tratar con el mal es hacerlo cuanto antes en un solo acto. Dios, sin embargo, trata con el problema del mal por toda la historia humana. Un día en el futuro, Cristo volverá, le quitara el poder a los perversos, y considerara responsables a todos los hombres y mujeres de todo lo que hicieron durante su vida en la tierra. La justicia finalmente prevalecerá. Los que entren en la eternidad sin haber confiado en Cristo por la salvación comprenderán lo eficaz que Dios ha tratado con el problema del mal. Si el ateo contesta qué no debería tomar toda la historia humana para que un Dios Omnipotente resolviera el problema del mal, usted quizás pueda contestarle diciendo: “Bien, hagámoslo a su manera. Hipotéticamente hablando, digamos que en este mismísimo momento, Dios declara que todo el mal del mundo ahora simplemente cesara de existir. Todos los seres humanos en el planeta- incluso nosotros los presentes- simplemente se desvanecerían al olvido. ¿Seria preferible esta solución para usted? El ateo quizás razone que seguramente habrá una mejor solución obtenible. Puede aun sugerir que Dios hubiera podido crear al hombre de tal manera que nunca hubiera pecado, así evitando completamente el mal. Esta idea puede contestarse señalando que tal argumento significaría que el hombre ya no es hombre. Ya no tendría la capacidad de escoger. Este argumento requeriría que Dios creara robotes que actuarían solamente de maneras planeadas. Si el ateo persiste y dice que debe haber una mejor solución al problema del mal, sugiérale una prueba sencilla. Déle unos cinco minutos para que formule una solución al problema del mal que (1) no destruiría la libertad humana, (2) que causaría que Dios no violara Su naturaleza, (e.g., Sus atributos de absoluta santidad, justicia, y misericordia) de alguna manera. Después de cinco minutos, pregúntele cual fue su decisión. No espere una respuesta completa.
Su meta, por supuesto, no es de simplemente derribar el sistema de creencia del ateo. Después de demostrar las imposibilidades lógicas de sus alegaciones, comparta con el una evidencia lógica para la redención en Jesucristo, y los beneficios que trae. Quizás por su testimonio y oraciones, sufren el ateismo se trastorne por medio de una fe en Cristo (Christian Research Journal, Vol.11, NQ3. Winter/Spring 1989).
Notas:
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